Florentino coge la bandera antiarbitral

El madridismo anda mosca con los arbitrajes. Se notó en el partido de vuelta de la Supercopa, cuando el Bernabéu se mostró extremadamente suspicaz con el arbitraje. La noche, pese a la victoria en la ida y a la mejor marcha del marcador en la vuelta, tuvo un aire avinagrado a ratos por esas protestas al árbitro. Estaba reciente la suspensión de Cristiano por cinco partidos. Hasta Zidane, la cara más amable del Madrid (ayer lanzó el sanísimo mensaje de que no quiere una Liga sin el Barça) llegó a decir aquello de “Aquí pasa algo”. Florentino, que maneja constantemente encuestas de opinión, ha visto cómo va la cosa y se ha subido a la ola.

El detonante de todo ha sido lo de Cristiano, asunto en el que la lectura del madridismo es que ha sufrido un atropello. No fingió, sí lo hizo Luis Suárez y se fue de rositas. Eso sí: el empujón sobró, de los cinco partidos, cuatro corresponden a él, pero está el argumento de que sin error no hubiera habido empujón. Y el remate fue que luego el juez único no le quitara ni el partido por la doble tarjeta, para tapar al árbitro. Todo eso es tan cierto como que el empujón sobró. Hemos visto a miles de jugadores contrariados por una decisión arbitral y que no han reaccionado con empujón. Claro, que años atrás Messi empujó a Undiano y este lo omitió...

Se ha instalado en el madridismo la convicción de que Villar y Sánchez Arminio miran con mejores ojos al Barça. Para mí fue así en los años de Laporta, ahora no veo esa línea, pero muchos otros sí la siguen viendo. Pero aquel run-rún más los cinco partidos a Cristiano han creado un mosqueo grande entre muchos madridistas y Florentino ha cogido esa bandera. Una vez leí unas palabras de Gandhi según las cuales un líder no es alguien que se pone al frente de los consensos, sino alguien que provoca consensos. Florentino ha escogido lo primero y ha hecho un brindis al sol en la entrevista con Manu Carreño en El Larguero.