Neymar y su eco en Toulouse

El efecto Neymar. Estoy en Toulouse. Y no ha sido la mejor semana para estar en Toulouse. Bochorno desde el domingo, desde que el 6-2 del Parque de los Príncipes quemó a los aficionados de aquí. “El TFC resistió y luego... se rompió”, llevaba en su portada el principal diario de la región, La Dépêche du Midi. Lo curioso es que ni en el título ni en las tres líneas de subtítulo se mencionaba a Neymar. Luego, al día siguiente, todo era Neymar. Neymar por aquí y por allá. Por Toulouse y por toda Francia. El efecto Neymar no tiene fronteras.

La más fea. Los aficionados del Toulouse creían tenerle tomada la medida al PSG. El año pasado, una victoria (2-0) y un empate (0-0) en sus duelos de Liga. Pero el domingo... “Las redes sociales se sueltan”, reportajeaba ese mismo diario el martes ante la catarata de elogios a Neymar. Y horas después recogía en sus páginas el testimonio de Kelvin Amian Adou, a quien el domingo le tocó bailar con la más fea, y la más fea es Neymar. “Creo que lo controlé bien cuando venía por mi zona”, comentaba el defensor del Toulouse antes de reconocer: “Es un fenómeno. No hay mucho más que decir”.

Eco. Ese fenómeno es el que lleva ya más de 30.000 camisetas vendidas desde que fue presentado por el PSG. El que provoca colas interminables frente a la tienda oficial del club parisino. El que centra el telediario de TF1, el que agota las entradas en Metz ante la visita del PSG (9 de septiembre) tras el parón de selecciones. Y Metz está a solo 200 kilómetros de la alemana Karlsruhe, a 260 de la suiza Basilea o a 65 de Luxemburgo. Un paseo teniendo en cuenta que tras el paseo espera Neymar.

Los números. El efecto Neymar es como una varicela que todos quieren contraer. Se multiplican los goles (tras las tres primeras jornadas se iguala el arranque de la 2009-10 y se está a dos de los 86 de la 84-85), pisan los estadios incluso aquellos a los que no les gusta el fútbol (un 25% más que en las tres primeras jornadas de la 2016-17) y la pantalla plana del televisor saca pecho: la audiencia de la tarde del viernes ha subido un 44%, la de la tarde del sábado un 85% y la de la noche del domingo un 49%. Acabo de escribir esto y pago el café. Un chaval junto a mi mesa bebe su zumo con el 10 de Neymar a la espalda. En la tele habla Emery. Salgo a la calle. Estoy en Toulouse, pero aquí, también aquí, todo el mundo habla de Neymar. Menuda varicela.