Hoy, día de pequeñas diferencias

Ayer vimos una etapa sencilla después de la selectiva del pasado lunes en La Comella, en la que algunos de los favoritos perdieron mucho tiempo. Para ayer, la jornada que acabó en Tarragona, hemos visto una típica en la que se atacó de salida. Sky supo mantener las ventajas perfectamente para que no peligrara el maillot rojo que lleva Froome y después vino el trabajo de los sprinters.

Matteo Trentin no ganó por casualidad, ya que Quick-Step está apostando fuerte por él, que se desenvuelve bien en este tipo de llegadas, y está siendo el más fuerte de los pocos velocistas que compiten este año en la Vuelta. Las pocas llegadas en llano que hay en el recorrido son lo que hacen que este tipo de corredores sobresalgan. Para Lobato fue una pena, quizá si hubiera picado un poco más hacia arriba la llegada hubiera tenido más opciones de victoria.

Hoy será otra historia. Se saldrá en busca de la escapada, todo favorecido porque ya hay grandes diferencias pese a que la carrera acaba de empezar. E incluso podría llegar y luchar por la victoria, ya que los favoritos no se moverán hasta la última subida. La llegada a la Ermita de Santa Lucía será corta, sólo tres kilómetros. Algunos de los que lucharán por la general que puede hacer daño son los Yates y Chaves, que se encuentra bien. Pero no creo que a Froome le importe mucho el mantener o no el maillot rojo, viendo la fortaleza que ha mostrado y lo bien arropado que está.

Las etapas como las de mañana, con cinco puertos pero sin ninguno de primera categoría, son para sacar pequeñas diferencias, de las que al final pueden dar o quitar puestos en la clasificación.