La incertidumbre de Bale ante el trivote de Mel

El origen. Como un guiño del calendario, el Madrid se presenta en esta Liga con su visita a Riazor, ahora Abanca Riazor, estadio en el que la segunda unidad dejó un partido fantástico (2-6) el curso pasado, símbolo del título liguero. No estarán ni James ni Morata, determinantes aquel día, pero sí Bale, otra vez bajo la lupa.

En su ruptura. El galés es el único fragmento confuso en la efervescencia victoriosa de las Supercopas. Necesita un arranque importante ante un Depor con carencias manifiestas a la espalda de su defensa, algo que beneficia a Bale, aunque su trayectoria reciente resulta preocupante.

Los números. Partiendo desde la izquierda y con cierta libertad de movimientos, el jugador británico parece haber quedado en tierra de nadie ante el empuje definitivo de Isco y el desarrollo imparable de Asensio. Su aportación en pretemporada apenas se reduce a la asistencia que dio a Isco ante el Manchester United en Skopje. Ningún gol en once disparos y sólo un 63% de acciones exitosas de media.

Relación con Benzema. Tampoco ha convencido su dupla con el delantero francés este verano. Ninguno se comporta como una referencia al uso en el remate, como siempre lo es Cristiano, y les ha faltado frescura en los contraataques. Como rasgo positivo emerge su movilidad, que habilita las apariciones de Isco, Modric y Kroos en la zona de finalización.

Las bandas. No sólo Bale examinará la presunta fragilidad de Juanfran en la derecha del Depor. Al Madrid también le asistirán las adhesiones ofensivas de Carvajal y Marcelo (o Theo), los extremos verdaderos del conjunto de Zidane. Luisinho tampoco se significa como un marcador fiable en la izquierda.

Trivote local. Pepe Mel no esconde su intención de fortificar la medular con Mosquera, Guilherme y Borges, que precisarán del auxilio de Andone en algunos momentos para hacer frente a los cuatro medios del Madrid.

El mando de Isco. Después de su descanso en la vuelta de la Supercopa contra el Barcelona, regresa al once titular con la responsabilidad de volver a ser el estímulo creativo del equipo de Zidane. Se espera que sus cambios de ritmo impulsen al Madrid frente al armazón deportivista, estructurado en líneas muy juntas. Mosquera y Guilherme serán los parapetos gallegos.

Ataque local. Sabe el Deportivo que no sólo puede resguardarse esta noche y pretenderá intimidar al Madrid con su estilo de percusión. Su trazo ofensivo no remite a un juego de combinación pausada y sacude sus ataques con las conexiones en las alas de Juanfran y Cartabia, por un lado, y Luisinho y Bakkali, por el otro. Centros al área para Andone y las llegadas de Borges.

La estrategia. Cualquier jugada a balón parado será celebrada por el Depor, que cuenta con rematadores notables (Sidnei, Schär, Borges...) y el crédito de las cifras goleadoras que firmó en la temporada anterior (el 34% de sus tantos en Liga derivaron de este tipo de acciones). Recurso obligatorio ante este Madrid.

Sobre Andone. Duda durante toda la semana, parece que estará en el once de Mel. Un futbolista de los que se podrían denominar como molesto para todo oponente por su intensidad y dinamismo. No escatimará el Depor en lanzar balones en largo para sus desmarques.