El Bernabéu no soportaría otro ‘gatillazo’ de Bale

Bale se encuentra en una posición delicada. Arranca su quinto curso en la Universidad del Real Madrid y hasta ahora ha sacado más aprobados raspados que sobresalientes. Fue fichado a precio de genio pero sólo lo justificó en el primer año, en el que deslumbró con sus dos goles al Barça y Atleti en las finales de Valencia y Lisboa. Pero desde entonces, Bale ha dado muchas de arena y sólo unas poquitas de cal...

El United siempre lo quiso. Con y sin Mourinho. Cuando le contrató el Madrid en 2013 venía de ser el MVP de la Premier. Allí le admiran y todavía se comenta su gesta con la selección de Gales en la pasada Eurocopa de Francia. En las Islas se valora mucho más su fútbol que rompe y rasga. Esa velocidad endiablada echándose el balón muchos metros por delante es lo que entusiasma a los británicos. Pero el Madrid es otra cosa y el galés lo sabe. Aquí cuenta mucho la estética y hasta la ética. En su día no le hizo ningún favor a Gareth engañar a Zidane para lograr meterse en el once titular del último Clásico liguero en el Bernabéu. Ese afán por verse en el escaparate mundial le costó lesionarse, ponerle un reactor a Isco y verse apartado de la foto inicial de la final de Cardiff. Por eso, no es de extrañar que la encuesta realizada por As.com a los aficionados refleje que siete de cada diez verían con buenos ojos su rumbo a Old Trafford. Con Bale en el once quedarían fuera Isco y Asensio, dos de los favoritos para la grada del Bernabéu. No estoy discutiendo la calidad de Bale. La tiene a raudales. Pero su caso es como si a una bicicleta en el Tour le pones las ruedas de una mountain bike. No encaja. Bale afronta su última oportunidad. Otro gatillazo sería insoportable e insostenible para el club.