Estoy a muerte con Ramos, mi capitán

Sergio ya está en LA. Seis días más tarde que el resto de compañeros que tuvieron compromiso con sus selecciones hace cinco semanas. Un chupetín que está más que justificado. Merecidísimo. A sus 31 años el gran capitán de la Undécima y la Duodécima ha dado la cara siempre. Dentro y fuera del terreno de juego. Eso conlleva un desgaste y es normal que haya obtenido unos días más de permiso. Al igual que ocurre con Cristiano, a Ramos hay que empezar a dosificarle como hizo en su día el Milán con Paolo Maldini. Ramos es un bien de Estado para los madridistas. Y le necesitamos fresco de piernas y enchufadísimo de cabeza. Esa con la que se ha convertido en el aliado ideal de Zidane para domar un vestuario que ahora es una piña colada por este maravilloso proyecto.

Míster Minuto Noventa y Tres tiene su hambre intacta y esa es la mejor señal para los que adoramos sus épicas prestaciones. Ante la posibilidad de ganar el Sextete (sería el primero logrado por un club en una misma temporada), Ramos podría igualar a Sanchís en títulos y se colocaría a sólo dos del maestro Gento (23 contemplan a La Galerna del Cantábrico). El Tarzán de Camas es obstinado y seguro que a sus 522 partidos y 69 goles de blanco ha meditado ser también el más laureado de la historia del club. Lo logrará. Estoy a muerte con mi capitán.