Un Giro en 53 segundos

El Giro 100 se jugará en 53 segundos. En ese tiempo habitan los cuatro primeros de la clasificación general. Y esa es la distancia que separa al defensor de la maglia rosa, Nairo Quintana, y al principal favorito para coronarse en el Duomo de Milán, Tom Dumoulin. Entre medias, Vincenzo Nibali y Thibout Pinot también exprimirán sus opciones en la contrarreloj final de 29,3 kilómetros. Nada está decidido. Y, sin embargo, todas las miradas apuntan a ese alargado neerlandés que a ratos nos recuerda a Miguel Indurain, a quien sólo un apretón a deshora ha impedido tener la carrera ya sentenciada.

Cuando un organizador ubica una etapa cronometrada el último domingo, en detrimento del paseo festivo reservado habitualmente para ese día, sueña con llegar en una situación así. Cuatro aspirantes para una maglia centenaria. Dumoulin ha sido posiblemente el mejor de este cuarteto, pero en nada hay que desmerecer a los otros tres. El espectáculo que dieron este sábado es buena prueba de ello. Ciclismo hasta la última pedalada. En la tradición de este deporte siempre se ha sostenido que la crono final es más de reservas de fuerzas que de especialistas. Y que el maillot de líder da alas. Topicazo o realidad, a ambas cosas tendrá que agarrarse Nairo para conquistar su segundo Giro de Italia. Su gloria duerme en un colchón de 53 segundos.