Ha llegado ese día. Ese día perfecto. El que cualquier jugador sueña. Yo tuve la suerte de vivirlo en persona en La Fonteta en aquella vuelta de la Eurocup contra Novo Mesto. Ese ambiente que se vive en esas grandes citas... Y la afición valenciana que es una de esas que sabe llevar en volandas a sus jugadores en días como estos. Se me pone la piel de gallina al recordarlo. Me vienen a la mente muchos momentos. Y quiero, espero y deseo, volver a vivirlos hoy desde la grada.

Es el momento para demostrar dónde quiere estar el Valencia Basket. Y, sobre todo, dónde debe estar. Ha dejado claro que está entre los mejores, que es uno de los grandes. Y ahora toca rematarlo. Quiero ver la Senyera paseando por la pista. Y quiero volver a ver que el Valencia está en lo alto de toda Europa. El equipo está haciendo una temporada increíble. Y hoy solo tienen que seguir siendo ellos mismos. Con el talento de los jugadores y la Caldera Taronja, Valencia vivirá hoy un día especial.

Nacho Rodilla fue capitán de Pamesa Valencia durante nueve años.