El triple desafío de Morata

Morata puede ser considerado el símbolo de la Juventus, la sorpresa individual de un equipo que ha sorprendido a todos. Al comienzo de la temporada fue recibido como uno de tantos jóvenes y con la fama de ser uno de tantos rechazados del Real Madrid. Mientras, la Juventus, abandonada por Conte, parecía un equipo que no podría repetir lo logrado en Italia y que no podría llegar lejos en Europa. Ahora que Morata y la Juve están en Berlín frente al poderoso Barça se puede decir que han ganado los dos: Morata a nivel individual y la Juventus a nivel de equipo. Morata, que parecía simplemente el suplente de Llorente, poco a poco se ha ganado la confianza del entrenador, compañeros y aficionados. Los números hablan por él: ochos goles, sin penaltis, en 29 partidos de liga y, sobre todo, cuatro tantos, también sin penaltis, en la presente Champions.

Esto significa que Morata es un titular indiscutible que compone una pareja ideal con Tévez y representa no sólo el presente sino el futuro del club. Morata esta noche está ante de un triple desafío: ganar la Champions, vencer frente a sus eternos rivales del Barcelona, para dar un pequeño consuelo a todos los madridistas, y, por último, entrar en la historia a nivel individual. Si ganase la Champions sería el quinto jugador que llegara a ser campeón de Europa dos años seguidos en dos equipos después de Desailly, Sousa, Piqué y Etoo. Tres desafíos que animan al jugador y le dan esperanza a la Juventus.