Cristiano se hizo esperar en Almería

Almería, otro eslabón en la cadena de victorias del Madrid. Fue un partido curioso, en el que los locales dieron muy buena medida y el Madrid no tanto, según sus capacidades. Se le nota Modric, se le nota James. Ayer se le notaron también ciertas ganas de reservarse, una especie de inclinación a la comodidad que sólo se sacudió al final. Verza, autor del gol local, tuvo el 2-2 a tiro de un penalti, pero lo falló. Casillas hizo una gran parada y de paso (avanzaba ya la segunda parte) el Madrid espabiló y metió una marchita más. Y llegó lo que estaba faltando, los goles de Cristiano. Dos esta vez.

Lleva 25 goles Cristiano en este campeonato. Habrá que insistir en que se han ganado muchos pichichis en la historia con esos goles o menos, y que todavía andamos por la primera vuelta. Ayer estuvo particularmente reservón, como guardando fuerzas para lo que viene, el Mundialito. Un buen torneo para el Madrid, porque luce mucho pero exige menos que otras competiciones, o así cabe esperarlo. Viaje corto, sin alteración horaria, y rivales de cualquier punto de la Tierra menos Europa, que es donde se encuentran los mejores. El premio, a dos partidos vista, es un título mundial, ahí es nada.

Pero aun con ese acicate cerca, Ancelotti no reservó a ninguno de los titulares disponibles (Sergio Ramos tenía tarjetas), y supongo que no tanto por el récord, que cada día establece más lejos, sino por cómo están las cosas en la Liga. A pesar de tanta victoria, el Barça no se distancia. Y el Barça sólo puede mejorar, porque Messi y Neymar están muy bien, pero el resto aún tiene que cuajar. Con los titulares y a medio gas hasta el final, el Madrid ganó 1-4, más por puro poderío que por juego, y se va al Mundialito feliz y lanzado.