Blanka Vlasic y otras chicas de altura
En el Mitin Areva de París hubo marcas mundiales del año y algunas carreras muy buenas, pero me quedo con los dos metros saltados en altura por la croata Blanka Vlasic. No sólo por esos dos metros, marca que en sí misma no es muy importante para ella (tiene un mejor registro personal de 2,08) sino por lo que supone de reafirmación de sus posibilidades, de que el reciente y oscuro pasado, con lesiones pertinaces, ha pasado a la historia.
Sí, Blanka volvió a bailar de nuevo sobre la pista y eso es una muy buena señal para aquellos a los que nos gusta el atletismo. Salvando las distancias, que son muchas, Vlasic tiene un carisma similar al de la pertiguista Yelena Isinbayeva, aunque la rusa lo multiplique. Son atletas que llegan mucho más allá del atletismo, y eso es siempre bueno para nuestro deporte, que no puede ni debe estar reducido a sus aficionados incondicionales.
Sólo he entrevistado una vez a la saltadora nacida hace 30 años en Split, una ciudad croata a orillas del mar Adriático, en la que tuvieron lugar los Campeonatos Europeos de 1990, ya con la Guerra de los Balcanes cociéndose en las inmediaciones. La entrevista, hecha hace unos años en Madrid, fue muy cordial y entretenida y ella me pareció una mujer inteligente y ambiciosa, a la par que sencilla y accesible. Todo fue muy bien, salvo la hora a la que me citó: las ocho de la mañana… Y es que quería ir de compras y suponía que las tiendas abrían muy pronto.
Blanka, que mide 1,92 metros, lo mismo que Ruth Beitia, por ejemplo, tiene un historial impresionante, que voy a resumir a sus medallas: plata en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008; campeona mundial en Osaka 2007 y Berlín 2009 y plata en Daegu 2011; campeona europea en Barcelona 2010; oro mundialista júnior en Santiago de Chile 2000 y Kingston 2002; campeona europea Sub 23 en Bydgoszcz 2003, y oro en los Mundiales en pista cubierta de Valencia 2008 y Doha 2010, plata en los de Moscú 2006 y bronce en los de Budapest 2004.
Impresionante, desde luego, y eso que se perdió los Juegos de Londres 2012 a causa de una lesión, entre otras competiciones.
En cuanto a marcas, también llaman fuertemente la atención los números de Blanka Vlasic. Tiene un registro personal de 2,08 metros, hecho el 31 de agosto de 2009, en Zagreb. Esta marca estratosférica la convierte en la segunda mujer que más ha saltado en la historia, sólo por detrás de la búlgara Stefka Kostadinova, la plusmarquista del mundo con 2,09 metros.
Por cierto, que Stefka hizo esa marca en un día muy especial: el 30 de agosto de 1987, en el Estadio Olímpico de Roma, en la final de los Mundiales y unos pocos minutos después de que Ben Johnson ganase los 100 metros con 9.83, por delante de Carl Lewis. Más de un año después se supo que Big Ben iba hasta los topes de dopaje. Johnson hizo esa plusmarca a las 18:40 y Stefka saltó aquellos 2,09 a las 18:56.
Pues bien, Vlasic ha intentado superar esos 2,09 nada menos que en 60 ocasiones. Y siempre infructuosamente. No sé si existirá alguna saltadora en la historia que se haya peleado con más tenacidad contra un récord, sin poder batirlo.
Más datos sobre Blanka: en esta Diamond League de París sumó su concurso número 104 con dos metros o más, desde que sobrepasase esa medida por primera vez (2,01) el 15 de agosto de 2003, en la Weltklasse de Zúrich hasta este pasado 5 de julio, en París. Y logró una impresionante racha de 42 concursos consecutivos con más de dos metros entre julio de 2007 y febrero de 2009. Pero, en total, ha saltado más de dos metros en 172 ocasiones, porque en alguno de sus concursos repitió, lógicamente, sobre esa medida.
Son datos que casi marean y que describen a una de las mejores saltadoras de altura de todos los tiempos, aunque le falte el remate del récord y un oro olímpico para coronarla como la mejor de la historia.
Su padre (y entrenador en el plano físico) se llama Josko y fue un decatleta internacional por Yugoslavia. Llegó a sumar 7.659 puntos en 1983 y asistió a los Juegos Mediterráneos de Casablanca. Volvió tan enamorado de la ciudad atlántica marroquí que quiso ponerle a la hija que esperaba (la croata nació el 8 de noviembre de ese año) el nombre de Casablanca… pero una abuela de Vlasic terció para que se quedase en Blanka.
La saltadora balcánica es una enamorada de España y en aquella entrevista confesó que le gustaba venir de vacaciones a Madrid.
La de altura es una prueba que ha proporcionado al atletismo deportistas míticas. Aquí están algunas, sin ánimo de ser exhaustivo.
Ethel Catherwood (Canadá): primera campeona olímpica de la historia, en Amsterdam 1928, con 1,595 metros (se midió así en aquellos Juegos). Era una chica grácil y guapa, que hizo cambiar a muchos la idea masculinizante que tenían del atletismo.
Fanny Blankers Koen (Holanda): la primera en saltar más de 1,70. Lo consiguió en Amsterdam, en 1943, en plena ocupación de la Alemania Nazi. Era una mujer muy completa, que en Londres 1948 ganó cuatro medallas olímpicas de oro en 100, 200, 80 metros vallas y relevos 4x100 metros, siendo ya madre de dos hijos. La maternidad no era, entonces, algo usual entre las deportistas. Proclamada como la mejor atleta del siglo XX.
Yolanda Balas (Rumanía): La llamaban La Mujer Tijera, porque saltaba a tijereta. Llevó el récord mundial desde 1,75 metros (1956) hasta 1,91 (1961), con los breves interregnos de la estadounidense Mildred McDaniel (1,76 en 1956) y la china Cheng Feng-jung (1,77 en 1957).
Ilona Gusenbauer (Austria): la primera mujer en batir el récord mundial saltando a rodillo, con 1,92 en Viena, en el año 1971. Fue el puente entre dos estilos: la arcaica tijereta y el entonces novedoso fosbury.
Ulrike Meyfart (Alemania): primera plusmarquista de la historia con este estilo. Saltó 1,92 en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, con sólo 16 años, plusmarca mundial. Entró luego en un periodo de ostracismo, hasta que renació de sus cenizas y ganó el oro en Los Ángeles 1984 (se benefició, eso sí, de la ausencia de algunas saltadores del Este europeo, que secundaron el boicot soviético) además de batir dos veces el récord mundial: 2,02 en 1982 y 2,03 en 1983. Era una atleta escultural, que trabajaba como modelo. Y, en ocasiones, posó semidesnuda.
Rosemarie Ackerman (RDA): la primera mujer en saltar más de dos metros. Lo hizo con su nombre de soltera: Witschas. El hecho histórico se produjo el 16 de agosto de 1977, en Berlín Oeste. Saltaba a rodillo. Antes había superado el récord mundial en siete ocasiones, entre 1974 (1,94) y ese 1977 (2,00).
Sara Simeoni (Italia): una de las grandes damas de la especialidad, con una elegancia insuperable. Devolvió el récord del mundo, ya para siempre, al estilo fosbury. Llegó a 2,01 metros, por dos veces, en 1978.
Stefka Kostadinova (Bulgaria): la actual plusmarquista, con 2,09 desde 1987. Como se ha visto antes, ha resistido el ataque de las atletas de inmejorable nivel. Pero esos 2,09 continúan en lo más alto.
Y seguro que me dejo en el tintero a otras chicas de altura de extraordinario relieve, pero ya he escrito antes de que este recorrido no iba a ser excesivamente exhaustivo.
Para terminar, aquí tenéis a las diez mejores de todos los tiempos:
2,09. Stefka Kostadinova (Bulgaria). Roma, 30 de agosto de 1987.
2,08 pc. Kajsa Bergqvist (Suecia). Arnstadt, 4 de febrero de 2006.
2,08. Blanka Vlasic (Croacia). Zagreb, 31 de agosto de 2009.
2,07. Lyudmila Andonova (Bulgaria). Berlín, 20 de julio de 1984.
2,07 pc. Heike Henkel (Alemania). Karlsruhe, 8 de febrero de 1992.
2,07. Anna Chicherova (Rusia). Cheboksary, 22 de julio de 2011.
2,06. Hestrie Cloete (Suráfrica). Saint-Denis, 31 de agosto de 2006.
2,06. Yelena Slesarenko (Rusia). Atenas, 28 de agosto de 2004.
2,06. Ariane Friedrich (Alemania). Berlín, 14 de julio de 2009.
2,05. Tamara Bykova (Rusia). Kiev, 22 de junio de 1984.
2,05. Inga Babakova (Ucrania). Tokio, 15 de septiembre de 1995.
2,05 pc. Tia Hellebaut (Bélgica). Birmingham, 3 de marzo de 2007.
2,05. Chaunté Lowe (Estados Unidos). Des Moines, 26 de junio de 2010.