Modric se convierte en imprescindible

Modric se graduó en Cornellà como pieza imprescindible en el once del Real Madrid. El croata ha asumido un rol múltiple, en ausencia de Isco como enganche, impulsando al Madrid en el juego de ataque, pero también aportando una gran fiabilidad en recuperación de balón. Modric fue un tormento para el Espanyol en la medular, apareciendo por muchos territorios, aunque su punto de partida fuera a derecha de un trivote en el que le acompañaron Xabi Alonso y Di María. El croata fue el más activo y acertado de los tres.

Tocó bien el balón (64 buenos y 17 malos), recuperó (9), participó en jugadas (60), subió a enganchar con los tres de arriba y culminó ejecutando con maestría la falta que sería el gol de Pepe. Partidazo de Modric a quien no acompañó por ese lado un Bale realmente inocuo y perdido en Cornellà.

El nervio y entusiasmo del croata fue clave para un Madrid en el que ayer no estuvieron finos los tres de arriba.

El controlador. Modric fue el eje del juego del Madrid, partiendo desde el trivote. Se vio acompañado por Carvajal, pero Bale no estuvo bien.

Otra falta de gol. Pepe remató a gol un saque de falta de Modric. El croata también ejecutó una falta de gol ante el Celta. Ya es el especialista.