Las bufandas se pasan también a las carreras de motos

Las bufandas se pasan también a las carreras de motos

No estamos solos. Parece claro que los periodistas del fútbol no estamos solos en este mundo que nos describía el martes pasado Martino de reporteros con bufanda y camiseta. Los chicos de las motos la están liando parda y ayer encendieron las Redes Sociales en cuanto se supo la sanción que la Dirección de Carrera había impuesto a Marc Márquez y Honda por el accidente en Motorland que acabó con Dani Pedrosa por el suelo.

La máquina de insultar. Un repaso a los TL de los tres líderes de Moto GP @marcmarquez93 con 619.242 seguidores, @lorenzo99 con 852.789 y @26_DaniPedrosa con 91.000 dejaba bastante claro que como dice Ramon Besa “este país huele a gasolina”. La pasión de los comentarios inundaron las cuentas de los pilotos y la verdad, es que abundaba más el insulto y la descalifi cación que la discusión técnica sobre lo acontecido con lo que se confi rma, que más allá de su utilidad social e informatva, esto del Twitter es una de las máquinas de insultar más efectivas de la historia. Sin moverse de su casa, cualquiera puede ciscarse en quien quiera con total impunidad. La virilidad de la

Marca España. Resultaba curioso ver cómo los insultos que se llevaban los dos pilotos que se quejaron por la poca dureza de la sanción eran los mismos con los que los futboleros más neardentales acostumbran a dedicar al equipo rival. “Llorones, quejicas, cobardes, nenazas...”Está claro que esto de la virilidad mal entendida también forma parte de la tan famosa Marca España.

Taparse un poco. Por tanto, esto de los forofismos no es exclusivo de los del fútbol, que habitualmente pasan por ser los aficionados menos preparados y a los que los del resto de deportes les miran un poco por encima del hombro. Los del motor, por lo menos, pueden ir tapándose un poco porque no hace falta tener mucha memoria para recordar lo que hace no demasiado tiempo se le decía a Lewis Hamilton cuando luchaba a brazo partido con Fernando Alonso. De todo, menos bonito.

La que se avecina. Teniendo en cuenta que se nos acerca la Semana del Clásico y que la cosa se va a volver a poner calentita estaría bien hacer la preceptiva llamada a la calma de cada año, aunque lo más probable es que llegue un árbitro y se liquide cualquier buen deseo.

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