Hasta ahora no he oído ni un solo pronóstico a favor del Rubin. Y en este parón de invierno, el primero que se hace en enero y febrero en la historia del fútbol ruso, sus resultados en los amistosos han sido muy pobres: tres derrotas por 0-1. Con los años, el presupuesto del Rubin y su prestigio han ido aumentando, al igual que una continua promesa de hacer un fútbol más atractivo. Pero lo cierto es que los de Berdyev siguen jugando igual: quedándose atrás lo que haga falta hasta cansar al contrario e ir al contraataque. Es el Rubin que da sueño a los expertos futbolísticos y que hace a Kazán decantarse por el hockey sobre hielo (el Ak Bars de la KHL es más popular).

Al Rubin le hace falta más pólvora arriba y también se ha visto debilitado en defensa con la venta de Bocchetti. He de reconocer que el fichaje de M'Vila es una grata sorpresa, pero está tocado y quizá participe poco. Lo que sí es claro es que la pesadilla para el Rubin es Falcao. El colombiano le marcó cuatro goles al Spartak con el Oporto y es destacado siempre por cada jugador.

S. Kuzovenko es periodista de Soviet Sport.