El fútbol es algo muy serio

El fútbol es algo muy serio

Las bromas se hacen en los bares e incluso en las gradas, pero en el campo el fútbol es algo perfectamente serio; así se lo toman los buenos futbolistas y así debemos asumirlo los cronistas. El fútbol no es tan solo un juego, y no porque alimente empleos y mueva montañas de dinero, sino porque es la esencia del arte de la competitividad. Además, es un arte propiamente dicho, depende de la capacidad del genio de cada uno para divertir divirtiéndose.

Los equipos juegan para mover el espectáculo, pero también juegan los futbolistas para que la vocación que los alienta no decaiga y satisfaga sus egos y las ambiciones propias y ajenas. La vocación de jugar para ganar. Porque el partido respondió perfectamente a estos supuestos. Me gustó la actitud de los jugadores, verdiblancos y azulgranas. Sus entrenadores fabricaron una disposición atractiva, y en las dos partes hubo de todo, primero en las botas cordobesas, y luego en las del Barça.

Me gustó Song, especialmente, porque ejerce ahora una autoridad que no se le concebía. Me gustó mucho una enorme jugada de Messi, que cruzó el campo como si tuviera hambre y el pan lo tuviera al otro extremo. Y me inquietó la seriedad de Villa; Villa y Casillas son los futbolistas que menos sonríen en el campo. Confío en que no esté enfadado. Y si lo está, no tiene motivos. Su calidad terminará consolidándose, ya verán. Y que él levante el ánimo. El fútbol es serio, pero no hay que tomárselo demasiado en serio.