Dos bajitos cortados por La Masía y una Regata de fútbol y barcos

Dos bajitos cortados por La Masía y una Regata de fútbol y barcos

Las Caxinas. Sonríe el Zaragoza, que siete años después remontó un 0-2 en la Liga. La ciudad recupera el orgullo gracias, entre otros, a Manolo Jiménez, entrenador esforzado que ha pasado del famoso "siento vergüenza" (después de una humillación en Málaga) a dirigir un equipo intenso y serio con dos buenos elementos. Hélder Postiga ha encontrado el gol y dos jugadores de la Liga se alegran más que nadie por él: los que se criaron en el mismo distrito de Vila do Conde: Uno es el bético Agra. El otro, Fabio Coentrao. El barrio de Las Caxinas está considerado como uno de los mejores graneros del fútbol portugués.

Bajitos. La otra sensación en La Romareda es Víctor Rodríguez, que tiene ficha del filial (dorsal 32), pero maneras de futbolista grande. Esta semana, el destino le da una buena oportunidad. Juega contra el Barcelona, el club al que perteneció en alevines e infantiles pero que le cortó por bajito. No sólo a él. También al mejor amigo que tenía en ese equipo: Jordi Alba. La Masía no es infalible.

Pasión. Se enciende Sevilla. Derbi grande en Nervión con noticia. Del Nido y los Biris se han encontrado en mitad del camino. Hervirá de nuevo el Gol Norte, pero a algunos no les tiembla el pulso. Beñat, que firmó en ese fondo el 1-2 en el último duelo, es estadísticamente el mejor lanzador de faltas de las grandes ligas europeas (con más de 30 faltas lanzadas). Ha marcado cinco goles de 32 faltas, un 15,63 por ciento. Las casas de apuestas dan favorito al Sevilla, pero el Betis puede igualar dos récords. Desde la temporada 1987-88 no gana tres veces seguidas en el Pizjuán. Y desde la 1935-36, tiempos de preguerra, no es capaz de sumar cinco derbis sin perder. De momento, la edición número 46 de la Regata Sevilla-Betis, el viejo aperitivo con morbo a la orilla del Guadalquivir, fue verdiblanca por la menor diferencia de siempre: tres segundos.

No silla eléctrica. El derbi no acabará con Míchel ni Mel y no hay destituciones a la vista. Pochettino ha sido confirmado y los jugadores de Osasuna se abrazaron a Mendilibar. La última vez que en Primera no cayó un entrenador hasta la jornada 12 fue en la 1992-93. Hasta ahí llegó David Vidal en el Logroñés. Las cajas vacías y los avisos de Hacienda han sentado, al fin, las cabezas.