El arte de la voluntad

El arte de la voluntad

El fútbol se debe contar en función de los goles, naturalmente. Más aún, es inexcusable contarlo de acuerdo con quienes marcan los goles, pues en el espectáculo lo fundamental es la base del deporte, quién marca, quién no marca. El Rayo se quedó a cero y el Barça marcó cinco. Pero qué cinco, y qué jugadores los marcaron. Cada gol, una lección de juego. A veces en los partidos se produce una compensación entre el arte y la voluntad, y quienes ponen una cosa y otra son los que al final se llevan el encuentro en su mochila. El arte de Cesc, el arte de Messi, la voluntad de Villa Esos fueron los factores que convirtieron un partido quisquilloso en un partido resuelto con facilidad, con suavidad y con aplomo por un equipo que parece usar la seda cada vez que combina. Cesc es la gran creación de este Barça; es la segunda vía, o la tercera: al dúo Iniesta-Xavi se ha unido el dúo Cesc-Messi, y este último dúo conoce ahora una prolongación que puede ser letal para los otros a lo largo de este campeonato: Cesc-Messi-Villa-Pedro

En la regla de oro en la que se apoya ahora el Barça de la época de Vilanova hay tantas combinaciones como las que imprima la voluntad de esos delanteros, que ayer dejaron sobre el campo la firma de una armonía que recuerda los mejores momentos del equipo que fabricó Guardiola. El Barça del arte y el Barça de la voluntad remando juntos en una misma formación. El Rayo probó la medicina y ya se cómo le supo el brebaje.