Pues llega la hora de la verdad. Ferrari reconoció sus errores en el diseño del nuevo F2012 y pidió tiempo, paciencia, para solucionarlo. Gracias al talentazo de Alonso han salvado los trastos en las primeras carreras del año, pero es evidente que para aspirar a algo más que la mediocridad no se puede ir todo el año a remolque de los mejores. Así que toca reaccionar y dijeron que estarían listos para hacerlo a partir del GP de España, que arrancará mañana con los primeros entrenamientos libres. En los test de Mugello se vieron pequeñas mejoras, pero ahora deben aportar más porque aquello no parece suficiente para neutralizar las diferencias respecto a Red Bull y McLaren, principalmente, aunque son más los que inquietan a los coches rojos.

Al respecto, el presidente Montezemolo ya habla de que en Maranello quizá haga falta un soplo de aire fresco, mirar un poco más allá de esa factoría de sueños porque la F-1 ha cambiado, y mucho, en los últimos años. No le falta razón, entre otras cosas porque es lo que muchos reclamamos desde hace tiempo. Lo han dicho ellos mismos: esto ya no son carreras de motores, sino de aerodinámica. Pues asumida la realidad es el turno de afrontarla y solventar las carencias. El margen no es tan amplio y el crédito tampoco inagotable, así que la reacción debe ser inmediata. Si después de Montmeló seguimos con la misma sensación de carencias, el Mundial se pondrá ya muy cuesta arriba para ese asturiano que merece mucho más de lo le dan... por ahora.