Un defensa de los de antes, que impone respeto

Un defensa de los de antes, que impone respeto

La situación de Oriol ha cambiado 180 grados con la llegada de Miguel Ángel Portugal. Ahora es uno más. Antes, simplemente, un estorbo al que quisieron ceder al Girona en el último día del mercado de agosto. Un error mayúsculo porque el leridano no será Maradona, pero tiene otras virtudes muy necesarias en un conjunto modesto como el Racing: entrega, pundonor, lucha...; un defensa de los de antes, de los que pone la raya, de los que intimidan. De los que no tiene el equipo. Y Portugal lo sabe. Lo tuvo hace tres años y sabe lo que puede aportar. Y mucho más en este Racing donde puede jugar en cualquier lugar de la defensa; con el burgalés ya lo hizo de lateral izquierdo en los partidos de fuera de El Sardinero.

A Oriol no le han tratado en el club como merecía. Y él ha sido todo un caballero, ni una voz más alta que la otra. Un ejemplo. Ahora quiere sumar, ayudar y puede que tenga su oportunidad, aunque la clave va a estar en los tres próximos partidos antes del parón de Navidad. Oriol está en la agenda de muchos equipos de Segunda y termina contrato el próximo 30 de junio. Si el club no cuenta con él se marchará. Tiene que mirar por su futuro. Y sería una pena. En un club como el Racing es vital tener algún que otro Oriol; jugadores comprometidos, de club, de los que se arriman cuando hace falta y siempre suman, nunca restan. Aunque no jueguen, como ha sido el caso de Oriol en estos últimos meses.