¡Grande Bernardo, no cambie!

¡Grande Bernardo, no cambie!

El Bernardo es un crack y por tanto, de los míos. Ayer se salió en Cuatro y en Alemania. "Soy un andaluz alemán, vengo del sur", les dijo a sus atónitos paisanos. Antes, en la tele, confesó que le gustan las galletas Oreo, que le habría encantado conocer a Bob Marley, que la paella está "para tirarse dentro de buena", que con dieciséis años dudó entre jugar al hockey hielo o al fútbol: a Dios gracias se decidió por lo segundo. No sé... Igual llegará un día que la presión le venza y nos lo cambie. Ojalá que no. Pero no me digan que no da gusto oír a un entrenador del Madrid así, tan desinhibido, tan normal. Y eso que el equipo viene de no bordarlo precisamente en Murcia y le conviene liquidar hoy el pase a la Champions, y en cabeza de grupo, para evitarse líos.

E s ese Schuster que pude adivinar en sus tiempos mozos en el Barça (y los míos). Siempre le vi con un sentido del humor peculiar y un manejo de la situación que fue aumentando con los años. Creo que obedece a una simple razón: jugó al fútbol como los dioses y eso imprime carácter. Antes era sólo alemán. Ahora, como es también andaluz es crack del todo. ¡Ooolé!