La saga Total War se ha convertido, por derecho propio y por falta también de rivales, en la gran referencia dentro de los juegos de estrategia en tiempo real. Tras pasar con distinto grado de acierto por diferentes etapas históricas (Roma, Edad Media, Japón Feudal, La época de las revoluciones…) Creative Assembly ha puesto sus ojos en el nuevo filón del sector, los Free to Play, y ha trasladado con gran éxito lo mejor de sus juegos a los dispositivos móviles.

Total War Battles Kingdom se ambienta en el siglo X, donde un pequeño señor feudal tiene la misión de ampliar sus territorios a la vez que se enfrenta a todo tipo de amenazas: saqueadores, vikingos, otros señores… Al igual que en el caso de sus hermanos mayores este Total War se desarrolla en dos planos. En primer lugar está el mapa general , en el que el usuario deberá realizar tanto la gestión de sus territorios como la obtención de los recursos (madera, comida, oro, piedra, monedas, pieles,…). Como es norma en el género habrá que ir construyendo y mejorando los edificios para aumentar las prestaciones de las unidades, trazar carreteras que unan las diferentes villas y buscar nuevas zonas donde obtener recursos. En esta fase el Free to Play no resulta muy decisivo, entrando de una manera regular se agilizan las operaciones y es fácil conseguir un territorio bastante amplio echando algo de tiempo y paciencia.

Las complicaciones llegan en las batallas, donde los veteranos de la serie verán con cierto reparo que las opciones estratégicas se han reducido de manera considerable, en especial una vez empezados los movimientos de ambos ejércitos. El número de órdenes se ha simplificado notablemente y el resultado depende más de la calidad de las tropas que de la capacidad táctica del jugador. Aquí si es fundamental el oro, que se consigue a cuentagotas en el juego y a chorros si se opta por las compras. La diferencia entre los ejércitos de pago y los que no es casi insalvable.

Total War Battles Kingdom presenta un apartado gráfico sobresaliente, con unos cambios de estación que además de una gran belleza estética influyen y mucho en la manera de jugar. El sistema de control táctil es bastante intuitivo y el cross play permite cambiar entre iPad e iPhone sin mayor problema, e incluso es posible seguir la partida en un Pc.

El problema de Total War Battles está en sus micropagos, que no lo son tanto. Es cierto que las casas invierten en este tipo de juegos para ganar dinero, y mucho; pero también es cierto que últimamente se ha subido el precio de estos. Así conseguir una unidad de nivel en el juego (caballeros) cuesta 450 monedas de oro (casi 5 euros), un precio excesivo a mi entender. El camino correcto lo marcan juegos como Star Trek Timelines o Walking Dead: Road to Survival, que con pagos no muy altos premian a los jugadores que entran todos los días: mejor ordeñar a la vaca mucho tiempo que agotarla en un día.

Si las pretensiones del jugador no van por convertirse en uno de los grandes señores de Total War, se puede disfrutar de este excelente título sin necesidad de gastar dinero: sigue siendo igual de interesante, divertido y profundo, aunque se cercena la vertiente competitiva que lleva aparejado.