A las 22:00h el Maestro de Ceremonias, Manel Fuentes inauguraba la XXVIII edición de los Premios Goya, que bien podría haberse titulado "La ceremonia de las ausencias".
La situación de asfixia económica de la industria cinematográfica española prometía una gala de las más reivindicativas y polémicas que se recuerdan, y tal vez por ello, el ministro de Cultura, José Ignacio Wert optó por no comparecer, aduciendo problemas de agenda.
Sin duda fue la ausencia más sonada de la noche, aunque un guión chispeante, un ritmo, los gags humorísticos y hasta la realización parecían haberse ausentado junto al ministro, dejándonos un espectáculo televisivo que acabó siendo un fiel reflejo de la agónica situación de nuestro cine.
Uno de los momentos más emotivos y aplaudidos de la ceremonia los protagonizó el Presidente de la Academia de Cine de España, D. Enrique González Macho, que en su intervención, arrancó una sonora ovación cuando declaró que, ante la falta de inversiones y compromiso de nuestro gobierno, 'hoy en día, hacer una película en nuestro país es un auéntico acto heroico'.
Las brujas de Zugarramurdi , de Álex de la Iglesia, logró un total de ocho premios: dirección artística, diseño de vestuario, montaje, mejor dirección de producción, sonido, efectos especiales, maquillaje y peluquería y mejor actriz de reparto para Terele Pávez.
Pablo Blanco (premio al mejor montaje por 'Las Brujas...' ) aprovechó su intervención para agradecer al productor de la película, Enrique Cerezo, por facilitar tla creación de tantos puestos de trabajo).
El actor español consagrado con un Oscar, Javier Bardem, fue el encargado de hacer entrega del premio a la entrañable y emocionada Terela Pávez, y aprovechó la ocasión para dar las gracias a la movilización ciudadana en las 'Marea Blanca' por la Sanidad Pública. "Afortunadamente los ciudadanos están muy por encimea de nuestros políticos".
El Goya de Honor de esta edición fue para el cineasta Jaime de Armiñán, que se despidió con un 'viva el cine español' en medio de una ovación de aplausos con el público en pie.
La actriz Marian Álvarez alzó su voz desde la tribuna para defender a las mujeres que se movilizan en defensa de sus derechos, al recoger el Premio Goya a la Mejor Interpretación femenina, por su papel en el drama del sevillano Fernando Franco La herida.
Javier Cámara se llevó el 'cabezón' al Mejor Actor, por su interpretación del maestro de inglés que da clases con la música de los Beatles de 'Vivir es fácil con los ojos cerrados'. "Tengo que parar. ¡He soñado con este momento tantas veces...!" decía muy emocionado en su intervención de agradecimientos.
David Trueba, cosechó los premios al Mejor Guión Original, Mejor Película y Mejor Director por Vivir es fácil con los ojos cerrados, y tuvo sus palabras de agradecimiento con un 'soy del Atlético, estoy acostumbrado a perder'.
La Mejor Película Europea fue Amor, de Michael Haneke, y la mejor película Iberoamericana fue para la venezolana Azul y no tan rosa.
Futbolín se alzó con el premio al mejor largometraje de animación y Las maestras de la República, el mejor largo documental.
Caníbal fue galardonada con el Goya a la Mejor Dirección de Fotografía y Roberto Álamo obtuvo el Goya al Mejor Actor de Reparto, por La gran familia española.
Los premios a los mejores cortos fueron para Minerita (corto documental), Cuerdas (corto de animación gráfica) y Abstenerse Agencias (corto de ficción).
Las opiniones de los espectadores y los protagonistas de la gala, en las redes sociales, pusieron la nota de color a una gala en la que el humor y la animación también brillaron por su ausencia.
