El el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ha acordado la elaboración de una Ley estatal que prohiba el consumo de cigarrillos electrónicos en centros sanitarios y escolares, en las administraciones públicas y en el transporte público.

No quedaría prohibida su venta ni su utilización en espacios públicos no dependientes de organismos oficiales, pero parece que la discusión en el seno del CISNS ha producido un "intenso debate", según reconocía la ministra.

Mientras la Unión Europea no avanza en la regulación sobre estos productos, el Consejo Interterritorial español ha fijado esta postura común "hasta que no se conozcan sus efectos para la salud, priorizando la protección de los menores, para los que ya se encuentra prohibida la publicidad y el consumo", según el comunicado remitido desde el ministerio de Sanidad.

Son numerosas las cuestiones en torno a estos dispositivos, algunas las resuelven desde la web de sus distribuidores

¿Son los cigarrillos electrónicos más sanos que los de tabaco tradicionales?

Los cigarrillos hechos de tabaco contienen más de 4.000 elementos químicos (entre los que se incluyen alquitrán, monóxido de carbono y arsénico). Algunos defensores del cigarrillo electrónico lo consideran hasta un 99% menos dañinos para la salud que los cigarrillos elaborados a partir del tabaco.

¿Es vapor o humo lo que se expulsa?

Es aire condensado (vapor) mezclado con nicotina líquida (aunque también existen líquidos sin nicotina), extracto de tabaco, aromatizantes y propilenglicol puestos en el cartucho del cigarrillo electrónico para simular la sensación de que la persona está fumando y proporcionar una dosis de nicotina en caso de haber elegido un e-líquido que contenga nicotina. El vapor tiene el mismo sabor y provoca la misma sensación que el humo que sale de un cigarrillo normal.

El vapor que despiden no huele a nada y se disipa en segundos. No se pega a los objetos ni decolora las paredes –lo que si ocurre con el humo de los cigarrillos tradicionales. No le provoca “mal aliento” ni hace que sus dedos ni su ropa huelan mal, lo que sí ocurre con el tabaco normal.

Lo cierto es que muchos usuarios de cigarrillo electrónico los utilizan como "vehículo de salida" de su adicción a la nicotina porque aseguran que es el único método que les reporta un placer similar al de inhalar humo, aunque al cabo de un tiempo de uso, muchos optan por dejar también de 'vapear' o 'vaporear'.

La entrada en vigor de la nueva Ley estatal sería a partir del próximo mes de enero y ante el temor a su futura retirada o prohibición total, junto a la creencia de muchos adictos a la nicotina de que estos dispositivos pueden ayudarles a dejar de fumar, puede disparar sus ventas durante estas fiestas.