Una chica que pudo quedarse estancada en el cine independiente pero que un día decidió pensar a lo grande y aceptar papeles protagonistas en grandes producciones que la convirtieran en una estrella de dimensiones planetarias. Movimiento arriesgado que podría haber acabado con su prestigio profesional. Pero no.

De hecho, gracias a 'El lado bueno de las cosas', la comedia que ahora estrena, le ha valido no sólo nominaciones a los premios más importantes de la industria, sino el título de joven estrella más prometedora de Hollywood. ¿De verdad vale tanto Jennifer Lawrence? ¿Lo dudas? Te damos cinco razones que justifican esta afirmación.

Hecha a si misma. A sus 23 años Jennifer reconoce no haber recibido nunca clases de arte dramático, por lo que su talento podría decirse que viene de fábrica, o como dicen en el mundillo, de subirse a las tablas en series de televisión como Monk o Médium, algo que funciona como bien han demostrado en nuestro país estrellas como Paz Vega o Adriana Ugarte.

La suerte del principiante. La televisión le dio la confianza para saltar al cine con tan buen tino que su segunda película, 'Lejos de la tierra quemada', rodada cuando tenía 18 años junto a estrellas de la talla de Charlize Theron o Kim Basinger, le hizo ganar el premio a la Mejor actriz en el Festival de Venecia.

Gustillo por los premios. Es imposible saber si el gustillo de recoger premios fue lo que le llevó a aceptar un papel en la dura 'Winter's Bone', filme independiente rodado en 2010 lo suficientemente duro y realista como para que le reconocieran el trabajo con nominaciones a los Globos de Oro y a los Oscar. Ese año se le escaparon ambos premios. ¿Se saldrá en febrero con la suya?

Una chica atrevida. Cuando te encasquetan la etiqueta de musa del cine indie te condenan a ser secundaria de lujo en la primera liga de Hollywood. Por eso Jennifer, a punto de ser coronada como tal, se atrevió a dar un giro a su carrera aceptando papeles en franquicias adolescentes como 'X Men', aunque fue su papel protagonista en 'Los juegos del hambre' el que demostró que su nombre podía arrastrar a millones de personas a las salas.

Compañera de risas. Reconócelo, la chica perfecta, además de guapa, tiene que ser divertida. Y de eso Jennifer Lawrence anda sobrada. Sus entrevistas siempre son sinónimo de frases ingeniosas aseguradas, pero ha sido en su discurso recogiendo el Globo de Oro el que nos confirmó que con esta chica a tu lado no hay quien se aburra.