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DAKAR | T4

De la retirada a luchar por el Dakar: “No sabía qué hacer”

Oriol Vidal afronta la última etapa como líder de la categoría T4 junto a Rokas. El copiloto español estuvo a punto de dejarlo: “No sabía cuándo cobraría”.

Al HofufActualizado a
De la retirada a luchar por el Dakar: “No sabía qué hacer”

El Dakar, más allá de una carrera con sus ganadores y sus perdedores, son todas las historias que esconde detrás. Y la de Oriol Vidal no solo se cuenta por el trasfondo sino también, por una posición privilegiada que le puede permitir grabar su nombre en la historia del rally. Después de 13 etapas, el catalán tiene a tiro conseguir un Touareg como copiloto de Rokas Baciuska en T4. Es el máximo representante español a lograr el premio en esta 45ª edición y sorprendentemente, hace tan solo un año pensó en despedirse de la competición después de que Alsaif (su anterior piloto) tuviese una carencia principal, “la del dinero”. El plan para este año era continuar juntos, cuenta Oriol a AS, “pero se giró la cosa para bien y estamos con Can-Am, Red Bull y líderes a falta de una etapa”.

Precisamente esa última especial “es un trámite, pero en el Dakar puede pasar de todo”. Oriol tiene la lección bien aprendida y a pesar de que son más de tres minutos su renta en la general frente a Goczal y Mena, no hablarán de celebraciones hasta que no lleguen a meta y todo haya salido según lo planeado. Será la especial más corta de todas (138 km), pero la más larga para el de Girona. “Se me va a hacer eterna”, reconoce, aunque ha preferido “normalizar una situación” que sin embargo, se aleja por completo de lo habitual. Liderar en el rally más duro del mundo es un privilegio que pocos pueden contar y Vidal, lleva haciéndolo desde la séptima etapa. Han entendido cómo funciona la carrera, pese a la presión de su rival no han arriesgado más de la cuenta para “no tirar todo el trabajo por la borda” y ahora llega el momento de apuntar hacia un triunfo que servirá de recompensa a todas las dificultades que quedan atrás.

La competición y sus contratiempos quemaron a Oriol, pero cuando llegó esta oportunidad “no sabía que hacer”. El Plan B era “volver a un trabajo normal y las carreras, tenerlas como un extra”, pero un proyecto de este calibre convenció a un copiloto que por fin ha encontrado la estabilidad: “Antes no sabía qué carreras haría, cuándo cobraría o mil historias. No te podías planificar la vida. Y con 20 años no pasa nada, pero cuando te acercas a los 30 la cosa cambia”. Tanto, que Vidal ha pasado de verse en casa a estar a tres minutos de tener su primer Dakar. Ese, que acabe como acabe merecerá una celebración: “Hemos hecho un gran trabajo y si la suerte está de nuestro lado, pues mejor. Si no, nos quedaremos con la parte positiva después de uno de los Dakar más duros y lartresos”, que ha sabido sufrir y por supuesto, liderar.