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MOTOGP

"Disfruté viendo sufrir a Rossi en Ducati"

Stoner se despacha a gusto con Valentino en el nuevo documental de 'DAZN Italia'. "Se aseguró de que me vieran como su enemigo, e hizo lo mismo con Márquez", dice.

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"Disfruté viendo sufrir a Rossi en Ducati"
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Hace casi una década que no comparten pista, pero eso nunca ha hecho que su relación mejorara. Casey Stoner y Valentino Rossi son dos de los grandes nombres que marcaron una generación del Mundial de MotoGP, a la cual se pone fin con la salida del italiano. Su rivalidad siempre ha estado presente en el paddock, copando muy asiduamente la actualidad de la competición, sobre todo desde ese recordado 2008, cuando ambos se encontraron en Laguna Seca para un adelantamiento que marcaría la historia del motociclismo. Su relación ya tambaleaba, empeoró con ese encontronazo y acabó rompiéndose para siempre en el Gran Premio de España de 2011 cuando, tal y como aclamó el australiano a Valentino, su ambición había superado a su talento.

Hace apenas unas semanas que ambos se reencontraron en Valencia, con motivo de la retirada de Rossi y, aunque intercambiaron sus cascos, Casey Stoner no tuvo reparo en decir todo lo que pensaba del nueve veces campeón del mundo en un documental con DAZN Italia. El australiano sigue guardando la fama de honestidad con el paso de los años y, aunque su rivalidad se ha calmado con el fin de la carrera del bicampeón, los pensamientos no cambian. Desde que comenzó a ganar carreras hubo un cambio en la manera de entenderse con Valentino y todo se torció con su primer Mundial en 2007, siendo piloto de Ducati: "Siempre fue amable conmigo hasta que me convertí en un rival". Y, pese a que Laguna Seca en 2008 fue "un momento clave", toda la temporada tiene su peso en lo que ha terminado siendo: "Cada momento de esa temporada lo fue. Ambos pusimos la cabeza y el corazón en ese campeonato, pero a él le encantaba jugar con la mente".

Valentino Rossi le ganó la partida ese año, también el siguiente y, en 2010, Jorge Lorenzo les ganó a ambos. Pero Stoner no había tenido todavía su última palabra. El australiano se despidió de Ducati para dar el salto a Honda, marca con la que lograría plantar cara a su eterno rival, que se había ido a ocupar su lugar en la fábrica de Borgo Panigale. Hablando del 2011 en el repotaje que recuerda las grandes rivalidades de Rossi en MotoGP, Casey no dudó en confesar que disfrutaba "viendo sufrir a Rossi en Ducati" porque "él hablaba muy mal de mí, hacía daño al equipo sobre todo. Dijo que la cambiaría la moto para mejor cuando en realidad la empeoró". Mientras, el australiano disfrutaba de su nuevo equipo con línea directa hacia su segundo Mundial: "La Honda era sensacional".

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"Hizo lo mismo con Márquez"

Pero, no todo fue bueno esa temporada. El destino tenía preparado para ambos un nuevo encuentro que invadió el paddock con una nueva polémica. Su relación puso su punto final en Jerez, esa misma temporada, cuando Rossi tiró a Stoner en la primera curva del trazado español, llevándolo al suelo en una maniobra que no pudo evitar para un desastre total. "En Jerez cuando me vio se le nubló la mente, no esperaba que frenara tan pronto después de la recta, se cayó y me arrolló", recuerda el expiloto, a quien tampoco le cuesta reconocer que Valentino fue "el mejor piloto de su tiempo, especialmente a principios de la década de los 2000". "Era capaz de hacer cosas que otros no podían hacer", añade.

"Estaba a otro nivel", relata Stoner, hasta que el italiano vio entonces que su hegemonía se vería amanerada por la llegada de los más jóvenes: "Luego llegamos Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa y yo. Él no era en absoluto superior a nosotros". Y, entonces, según el australiano, comenzó un juego fuera de la pista que intentó evitar a toda costa: "Cuando intentas jugar a estos juegos mentales con personas con las que no funcionan, al final solo te creas enemigos. Se aseguró de que me vieran como su enemigo, e hizo lo mismo con Márquez. A partir de ese momento ya no quise ser su amigo, ya no quise jugar limpio". Stoner hizo caso omiso a esos ataques que denuncia y, aunque dicen que el tiempo lo cura todo, puede que en este caso los rencores siempre permanezcan.