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MOTO2 | ARAGÓN

Canet revela las enseñanzas de Alzamora, Biaggi y Aspar

El valenciano ha trabajado ya con estos tres campeones y lo hará el año que viene con otro más, un Sito Pons que le reunirá en el box con Jorge Navarro.

AlcañizActualizado a
Arón Canet.
motogp.com

Arón Canet es un piloto con pedigrí mundialista de mucho nivel. Desde que el valenciano de Corbera debutara allá por 2016 en el Mundial de Moto3, categoría en la que estuvo cuatro temporadas hasta dar el salto el año pasado a Moto2, categoría en la que continúa ahora a punto de cumplir los 22 años (es del 30 de septiembre de 1999), ha trabajado bajo las órdenes de auténticos campeones y se ha garantizado continuar haciéndolo la próxima temporada con otro. Para entonces será en el equipo de Sito Pons, que le reunirá en el box con su paisano Jorge Navarro, anunciado hoy mismo como nuevo piloto del equipo del bicampeón, y antes ha revelado en El Larguero de la Cadena SER las enseñanzas que le aportaron Emilio Alzamora en el Estrella Galicia 0,0, Max Biaggi en el Sterilgarda Max Racing Team y Jorge Martínez, Aspar, en el Aspar Team Moto2.

La profesionalidad de Alzamora

"Alzamora me curtió como piloto y me enseñó lo que era ser un piloto profesional. Me quiso inculcar, y me inculcó en su día, lo que era el trabajo duro, sobre todo, pero también una rutina de trabajo diario, tanto en casa como en el circuito, muy profesional. Subes al Mundial con 16 o 17 años y eres un niño. Quieras o no, tienen que darte muchas veces con la vara en la espalda y que te digan eso de bájate y no te subas a las nubes, que eres un niño. Muchas veces vas de listo con esa edad y te crees que los sabes todo. Emilio me hizo madurar tanto a nivel personal como profesional. Salí de su box siendo ya un hombre de 19 años".

La meticulosidad de Biaggi

"Max, buah... Con él aprendí todos los pequeños detalles que el ojo no ve. Las cosas en las que nadie se fija. Es súper metódico e increíble, a veces a un nivel que no era sano. (Se ríe). Era increíble. Y me enseñó también a querer luchar por un campeonato, por un sueño, con todo lo que conlleva. Ese año con él lo di absolutamente todo, con mil desmayos por no comer y mil historias más. Entrenaba todos los días de la semana unas seis horas diarias, sin comer... Aquel año junto a Max aprendí lo que es tener hambre de victoria y luchar por un sueño realmente. No decir estoy luchando sino luchar de verdad".

La familiaridad de Aspar

"Con Jorge Martínez, Aspar, he aprendido a ser una familia en el paddock, una piña. Él me quería también para el año que viene. Ellos no querían precipitarse con el contrato y en ese momento tampoco estaba haciendo yo grandes resultados. Se lo dije el domingo después de la carrera de Assen. Me senté junto a José Luis Alcarria, que es mi asistente, Gino Borsoi y Jorge. Se lo dije y no se lo tomó muy bien. No es que se lo esperara, pero sabía que tenía ofertas y para esa fecha ya tenía que haber firmado. Se enfadó y es normal, pero al final somos como una gran familia en el Team Aspar. Las cosas se hablaon más tranquilamente y nos entendimos. Yo lo comprendo, porque después de haberme dado la oportunidad... Somos gente adulta, tenemos que razonar, nos llevamos muy bien y, como en todas las familias, a veces matarías a tu hermano y a los cinco minutos dices 'venga, va'. En un equipo tiene que ser así, sobre todo cuando la temporada no ha terminado y se están haciendo muy buenos resultados en estos momentos".