La primera parrilla de 2020

Quienes piensan que los test de pretemporada dejan entrever el orden virtual de la parrilla, se equivocan. Quienes digan que la tabla de tiempos posterior a los entrenamientos no sirve para nada, también. Los seis días de pruebas en Montmeló que comienzan este miércoles (19-21 y 26-28 de febrero) son el pistoletazo de salida para la temporada 2020 y la primera vara de medir sobre lo que debe suceder en los próximos meses. Sí, los equipos intentan confundir, fundamentalmente a sus rivales, y nadie mostrará gratis todo su potencial. La primera parrilla se configura en la clasificación de Australia, pero lo que suceda en el asfalto catalán será el mejor indicador sobre el estado de salud de cada escudería y cada monoplaza a estas alturas.

Los test de 2020 se reducen en dos días, serán sólo seis jornadas (habrá un día más a final de año, en Abu Dhabi) con otra novedad reseñable: los equipos no pueden esconderse detrás de un biombo en el garaje, todo lo que suceda durante el horario de entrenamientos (de 9:00 a 18:00 horas) deberá realizarse a puertas abiertas. Entre las particularidades técnicas, este año no cambian los compuestos de Pirelli así que habrá menos experimentación en este apartado. Por lo demás, hay que seguir a diez monoplazas, uno por equipo.

Y tras las presentaciones, hay mucha expectación para ver en pista al Mercedes W11 de Hamilton y Bottas, el Ferrari SF1000 de Vettel y Leclerc, el Red Bull RB16 de Verstappen y Albon, el McLaren MCL35 de Sainz y Norris… además de las primeras vueltas en público del Alpha Tauri o el estreno oficial del oscuro Renault RS20 de Ricciardo y Ocon. También se presentan oficialmente Alfa Romeo y Haas, los únicos que no lo hicieron en los días previos. Algunos han hecho rodajes y ‘filming day’ de cien kilómetros, pero en esas tandas no hay tiempo ni permiso para probar, más allá de confirmar que el coche está bien ensamblado y listo para empezar el trabajo.

La paradoja es que mientras los ingenieros intentan convertir en indescifrables sus rutinas en la pista, todas las escuadras tienden a hacer las mismas pruebas y sus rutinas se vuelven identificables para cualquier iniciado en el deporte: habrá vueltas de instalación irrelevantes, pero también tandas largas, tandas cortas, intentos de vuelta rápida con un neumático blando… y si se agrupan los tiempos por escenario, esa clasificación no será ficticia. Si bien, el mejor indicador es un clásico: la fiabilidad, que es fundamental porque quien complete menos vueltas que sus rivales empezará por detrás. Le pasó a Red Bull hace un año, mermados por dos accidentes de Gasly que comprometieron su inicio de curso.

Ahora bien, que un monoplaza sea el más rápido en Barcelona no implica que lo vaya a ser en Australia, y si no que se lo digan a Ferrari, campeón de invierno en 2019 y segundón a partir de entonces frente a un Mercedes que cambió por completo su planteamiento aerodinámico en dos semanas. Eso también sale a relucir durante los test y una vez terminen: la capacidad de desarrollo exprés de cada fabricante, que tiende a beneficiar a los más grandes. Todo con vistas al GP de Australia, el próximo 15 de marzo. Entonces sí, sin peros, habrá una parrilla real con sorpresas, decepciones y confirmaciones. Que se parecerá, en casi todo, a la clasificación de Barcelona.