Binotto descarta una relación "explosiva" entre Vettel y Leclerc y asegura que la situación interna entre ambos dista mucho a lo que se ve desde fuera.
Un adiós trágico de los dos Ferrari en las últimas vueltas del GP de Brasil terminó por detonar una bomba que inició la cuenta atrás desde que Leclerc comenzó a inquietar la hegemonía de Vettel en el garaje de Maranello. El rendimiento del monegasco puso contra las cuerdas tanto a la Scuderia como a su compañero y la posición de escudero comenzó a ser un incordio para un piloto que fue ganándose un trato sin distinciones respecto al otro piloto del Cavallino Rampante. Y ahí, sin límites aunque con matices para luchar sobre el asfalto, fue cuando la rivalidad hizo saltar las chispas en un toque que reavivó el debate sobre el ambiente que se vivía en la casa italiana.