Jerez y Silverstone estrenarán asfalto en la temporada 2019
Ambos circuitos restaurarán su pavimento por segunda vez en poco más de un año tras las quejas de varios pilotos y las exigencias de la FIM.
Más allá de pilotos y equipos, la temporada 2018 de MotoGP dejó otro protagonista: el asfalto. El estado de algunos pavimentos del Mundial ya dio de que hablar en el curso anterior provocando la renovación de algunos trazados con vistas a la nueva temporada y, en el caso de Jerez y Silverstone, el resultado estuvo muy alejado de la misión principal por la que se realizó esta labor. Los objetivos de impulsar la seguridad de los pilotos y terminar con los baches en el asfalto, se toparon con una realidad que dejó en evidencia a dos pistas que apenas inspiraban confianza y que, tras algo más de un año, se han visto obligadas a renovarse de nuevo.
El circuito de Jerez ya ha comenzado el trabajo. 16 meses después de presentar su nueva imagen, el trazado andaluz vuelve a empezar de cero tras varios problemas con el grip, sobretodo, en cinco curvas concretas como la Expo 92 o la de Aspar según las quejas recogidas por parte de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM). A pesar de la evidencia, desde el Gobierno insisten en que estos cambios se llevan a cabo con la intención de albergar más pruebas automovilísticas como el Campeonato de España de Turismos y el Lamborgini Super Trofeo y se prevé, que todo esté listo para el 18 de enero con la intención, de poder retomar la acción el día 23 y continuar con el calendario establecido.
Al igual que en el del trazado británico, desde arriba las culpas van dirigidas hacia la empresa que realizó las obras, por la poca calidad de los materiales que utilizaron para llevarlas a cabo. Por ello, al menos en el trazado español, será la empresa quien se encargue de los gastos que genere este nuevo reasfaltado ya que cuando se realizó, las modificaciones contaban con una garantía de dos años que, por supuesto, todavía sigue en vigencia. Eso sí, el sobrecoste de los nuevos compuestos que se usen para garantizar una cobertura perfecta de la pista, no estará incluido en esos 400.000 euros –aproximadamente- que se invirtieron en la modificación anterior.
El caso de Silverstone no difiere mucho respecto al del trazado español, salvo la odisea vivida durante el último Gran Premio (casi) disputado en la pista británica. La presencia de la lluvia dejó un escenario inaceptable, que provocó la cancelación de la prueba. La falta de drenaje que presentaba el asfalto generó enormes charcos que, unidos a los baches de la pista, hicieron imposible la conducción y desataron numerosas críticas por parte de los pilotos, negándose a disputar la prueba y exigir unas condiciones de seguridad que obligó a la FIM a tomar medidas. El reasfaltado realizado a comienzos de 2018 fue en vano y, a pesar de que no hay fechas concretas para volver a restaurar el pavimento, se espera que la nueva imagen del circuito inglés esté lista antes de la llegada de la Fórmula 1 en julio.