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DAKAR | ETAPA 3 (COCHES)

Sainz cayó en una zanja y se rompió la suspensión del Mini

Esperaron al camión de asistencia después de romper la suspensión al caer en una zanja. Siguen en carrera, aunque pierden sus opciones de triunfo.

ArequipaActualizado a
Sainz cayó en una zanja y se rompió la suspensión del Mini

Dos vecinos de vivac se saludaban un día antes en la calma que precede a la tormenta. Llegaba Carlos Sainz a las carpas de Honda para charlar con Joan Barreda, saludar a mecánicos y fisioterapeutas y recordar los tramos del otro lado de la montaña, en el desierto abierto. Todo les iba bien y prometía ir a mejor, pero el Dakar golpea sin contemplaciones y, unas horas después, las dos grandes bazas españolas en esta carrera tan cruel dijeron adiós a todas sus opciones.

Primero fue Barreda, que salió de San Juan de Marcona con ganas de dar otro golpe en la mesa. El de Castellón no entiende esta carrera sin riesgos, quizás por eso su ritmo no está al alcance de nadie más, pero quizás también por eso se va de vacío una vez más. Era tercero en el orden de salida pero rápidamente alcanzó a los dos primeros. Abría pista en una zona de montaña, con mucha niebla, y acababa de validar un punto de control del recorrido cuando se dio de bruces con un barranco que no tenía salida. Se había desviado del roadbook en el kilómetro 148 y se encontró una trampa en forma de hondonada de piedras, intentó dar la vuelta pero la pendiente lo hacía imposible y después optó por seguir hacia delante hasta que comprobó que no había forma de escapar, ahí terminaba su Dakar.

El de Honda se marchó en el helicóptero de la organización y puso fin muy pronto a su novena participación en este raid. Es el cuarto abandono, segundo consecutivo, aunque el año pasado se debió a las lesiones de rodilla y muñeca y no a un error de navegación. Con 35 años termina “muy decepcionado, en un día triste”, y su vitola de favorito se desvanece entre sucesos de todo tipo, durante la última década, que le han impedido subir al podio de esta carrera ni tan siquiera en 2017, cuando perdió la victoria por culpa de una penalización. Tendrá que volver en 2020 para intentarlo una vez más, aunque se le están acabando las balas.

Al mismo tiempo, pero con menos recorrido completado, Carlos Sainz y Lucas Cruz despedían sus opciones de revalidar el título logrado en 2018. En el kilómetro 38 de la especial se encontraron con un agujero, una zanja que hizo las veces de piedra en 2015, caja de cambios en 2016, o el barranco en 2017. Golpearon fuertemente en el socavón y se rompió el brazo de la suspensión delantera, aunque los pilotos no sufrieron ningún daño. No podían repararlo, el coche de Mini que viajaba con más recambios era el de Peterhansel por haber salido último, pero como el francés volaba por la especial hubo que esperar al camión de asistencia de Quadafons pilotado por Rafa Tibau, padre e hijo, junto con el mecánico Philipp Beier, de X-Raid.

Después de estar más de tres horas parados, incluyendo la reparación de la suspensión, reemprendieron la marcha camino de Arequipa para llegar ya de noche, porque tras el final de la especial de 331 kilómetros esperaba un enlace de 462 más hasta la ciudad andina, a 2.300 metros de altitud. Y todo cediendo algo más de tiempo en el tramo cronometrado, en total 4 horas 53 minutos 13 segundo, ya sin poder disputarlo al cien por cien.

Al menos sigue en carrera, pero empieza otro Dakar para el madrileño en el que se tendrá que acostumbrar a cargar con repuestos y echar una mano si es necesario a Peterhansel y Despres, quienes todavía mantienen sus opciones de triunfo en la clasificación general. Se acaba la ilusión de volver a ver al eterno Carlos Sainz levantando el trofeo del touareg. Esta vez ganó el desierto.

Carlos Sainz: "Mañana decidiré si continúo"

Carlos Sainz terminó la tercera etapa a cinco horas de la cabeza de carrera después de que se rompiera la suspensión del Mini en una zanja en el kilómetro 38 de la etapa. El madrileño se explicó: "Estoy muy decepcionado, no pensaba tener el problema que he tenido, íbamos a un ritmo bueno, pero no atacando a fondo y nos hemos metido en una zanja, que bajo nuestro criterio, debería de haber estado marcada en el Libro de ruta".

Sobre su continuidad en el rally, aunque terminó la etapa: "Estoy un poco dolorido del cuello y mañana decidiré si continuo para ayudar al equipo o no, dependiendo de cómo me encuentre físicamente".