“El espíritu de esta carrera está en los equipos privados”

Último vuelo en avión militar para cambiar La Paz por Uyuni. La capital, volcada con cientos de bolivianos aplaudiendo el paso de los participantes. Y Uyuni, revitalizada con el regreso de la carrera que tanto ha hecho por la ciudad para promocionar mundialmente su majestuoso Salar. El viernes fue día de descanso para los pilotos y día de entrevistas para la Prensa, ayer fue día de descanso para las asistencias y los mecánicos con la etapa maratón.

“El verdadero espíritu del Dakar está en los equipos privados”, afirma Joan Fernández, director del equipo X-Raids que acudió a Lima con un quad y nueve motos, entre ellas las de Chus Puras y José Israel Borrell. Dice que él dejó de participar en la carrera “porque era malo” y desde entonces gestiona esta estructura. Joan coordina y conduce el camión, aunque una lesión de rodilla le obliga a estar sentado buena parte del tiempo. Sus mecánicos y él mismo celebrarán la jornada maratón, a veces se pasan la noche reparando incidencias y aprovechan para dormir mientras los pilotos compiten. La cara B de la carrera más dura.