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MOTOGP | GP DE AUSTRALIA

Las siete conclusiones del GP de Australia: Mir, Márquez, Ducati...

Un campeón de ley y otro a punto de serlo, hecatombe en Borgo Panigale, Rossi lo volvió a hacer, la machada de Miller y más.

Phillip islandActualizado a
Márquez, Mir, Rossi, Dovizioso y Miller en Phillip Island.

Un campeón de ley...

Inapelable título de Joan Mir en Moto3. El mallorquín cerró el campeonato a lo campeón, ganando la carrera. Supuso su novena victoria de la temporada y dejó en anécdota el pinchazo de Japón. Ahora intentará vencer en Malasia y Valencia para igualar el récord de once triunfos en la clase pequeña que ostenta Valentino Rossi desde 1997. Del italiano hablaremos más adelante, claro, pero señalar que al nuevo campeón se le iluminaba ayer la cara cuando se le recordaba que había ganado su primer Mundial al segundo intento, como el italiano en su día. Moto3 se le quedó pequeña hace tiempo y en Moto2 dará la medida de su verdadero potencial, al punto de que si lo hiciera bien desde el principio, algo que no sorprendería, podría luchar por el título a las primeras de cambio e incluso pasar a MotoGP a lo Maverick, con sólo un año en la intermedia. Pero de eso ya habrá tiempo de hablar.

... y otro a punto de serlo

El que también está a punto de ser campeón, en su caso por sexta vez, es Marc Márquez. Se ha pasado en MotoGP del campeonato más igualado de la historia, hasta después de Silverstone, a uno que podría acabarse antes de llegar a Valencia. Al español le valdrá un segundo puesto en Malasia, aunque allí vuelva a ganar Dovizioso (ya lo hizo el año pasado), para finiquitar el título. Llegó con 11 puntos de renta y se va con 33. Su superioridad final, tras una divertida carrera de grupo, recordó a la exhibida en Alcañiz y allí fue donde justamente empezamos a pensar que el título podía acabarse antes de la última cita. Sería una pena, porque está todo el papel vendido para el Ricardo Tormo, pero el del Repsol Honda lo cerrará en cuanto pueda.

Hecatombe en Ducati

Difícil de entender la hecatombe de Ducati. Su mejor moto en la línea de meta fue la de Redding, que batió en la misma línea de meta a Pedrosa y Dovizioso. Andrea reconoció el sábado que la caída del FP4 le había quitado sensaciones para la Q2 y que por eso sólo pudo ser undécimo. Para explicar la carrera no habló de falta de sensaciones sino de no poder dar más de sí con una moto que sufre en Phillip Island. Las curvas largas y rápidas son el gran talón de Aquiles de la Ducati, porque le sigue costando girar, y la salida hacia la meta de Dovi fue malísima. Casi le podría haber superado hasta una Moto2. La fábrica y el piloto más regular de la temporada, a los que menos les han afectado los vaivenes de los neumáticos, han sufrido justo cuando más necesitaban meterle otro recorte a Márquez. Se puede argumentar también en la estadística, ya que todos los pilotos cuentan con dos ceros a lo largo de la temporada y el segundo de la general sólo llevaba uno hasta ahora, de cuando Aleix le tiró en Argentina. El de ayer no fue un cero propiamente dicho, pero acabar decimotercero le dejó el mismo sabor de boca. A ello ayudó, claro, la colada que tuvo en el final de recta de la segunda vuelta, pero sin ella dijo que como mucho le habría dado para pelear por la novena plaza.

A lo Moto3 con las MotoGP

Continúan añadiéndose candidatas a la lista de las tres mejores carreras del año. Para algunos, nuevamente la última mejora a la anterior. Es el caso de Rossi, que definió la de Phillip Island como la mejor de la temporada, una opinión que se supone mantendrá en esta ocasión al llegar a Malasia. Hace dos años, nos fuimos de Australia con un subidón enorme y, al llegar a Sepang, El Doctor dijo que en realidad había sido una pantomima de carrera, porque Márquez había corrido pensando en ayudar a Lorenzo. Yo sigo sin creérmelo pasado el tiempo, porque Marc batió a Jorge en la última vuelta. Pero a lo que iba, la carrera de ayer tuvo un grupo de hasta ocho pilotos en cabeza hasta poco del final. Resultó imposible contabilizar el número de adelantamientos que hubo y algunos de ellos fueron hachazos inmisericordes. Casi todos acabaron con marcas de neumáticos en sus monos. Márquez se la dejó a Rossi, Zarco a Márquez, Iannone a Maverick… Fue una carrera a lo Moto3 con las MotoGP.

Rossi lo hizo por enésima vez

Había sido un gran premio con poco peso de Rossi a lo largo de los entrenamientos, pero llegada la hora de la verdad, la carrera, resurgió por enésima vez. Su segundo puesto, con la batalla que hubo, es casi como una victoria, reservada ésta a un Márquez que, como bien dijo Dovizioso de él, le gusta jugar con fuego. El Doctor no se achantó con el reparto de hachazos que hubo y, sin cargar contra nadie después, dijo que el estilo Playstation es el nuevo estilo del motociclismo y que hay que ser agresivo para mantenerse delante. Una vez más, se adapta al medio como nadie y, de no ser por Marc, hubiera firmado una de sus mejores victorias.

La machada de Miller

Es cierto que no fue una fractura grave y que la sufrió en la parte alta de la tibia, pero es para quitarse el sombrero con Miller que fuera capaz de correr en MotoGP a los 23 días de haberse roto la pierna. Pero es que además se las apañó para liderar la carrera durante varias vueltas y ser protagonista del grupo de cabeza. Cuentan que nada más romperse, mientras hacía trial en Andorra, se fue encima de la moto dando brincos hacia el hospital. Vale lo de siempre en estos casos: los pilotos están hechos de otra pasta.

Suzuki, KTM y Aprilia no están por estar

Suzuki, KTM y Aprilia no están en MotoGP para rellenar la parrilla. Las tres fábricas tuvieron motivos para sacar pecho de una u otra manera en el GP de Australia. Aleix acabó el viernes en cabeza y la casa de Noale se vio así por vez primera al frente de una tabla de tiempos en la clase reina. Luego, en carrera, fue una pena su caída, en la que además se rompió el cuarto metacarpiano de la mano izquierda, porque estaba para rodar cerca del grupo de cabeza. En cuanto a la fábrica austríaca, Pol les dio el alegrón de su mejor posición del año en la parrilla con la sexta plaza y en la carrera, aunque no se encontró igual de cómodo, sólo cruzó la meta a 16 segundos del ganador. Y Suzuki está mejorando su temporada en las últimas carreras. En Japón lo bordaron bajo la lluvia con el cuarto y el quinto de Iannone y Rins y aquí ambos rodaron en el grupo de cabeza. El italiano, quinto, estuvo más combativo que el español, octavo, aunque en su caso lo importante es que aprendió en una carrera más que en toda la temporada. Fue testigo directo de cómo se las gastan en MotoGP los que aspiran a podio.