Motociclismo | GP de la República Checa
Ginés Guirado pasado y presente del Mundial
Este almeriense de 60 años lleva los últimos 28 en la familia motociclista y, salvo correr, ha hecho de todo: "Ahora todo es mucho más comercial y menos humano"
Lleva en el paddock desde 1983, es decir, la friolera de 28 años y, menos correr, ha hecho de todo. Empezó de mecánico y trabajó en equipos como los de Nieto o Aspar, desde hace años ofrece a Repsol un excelente hospitality y aún mata el gusanillo de las carreras con un equipo en el CEV a medias con su amigo Karlos Arguiñano, afamado cocinero y padrino del tesoro de su vida, un crío que aún gatea llamado Álex. Con ese currículum sobra decir que Ginés Guirado (29-2-51) es una de las voces más autorizadas para hablar de carreras y, cuando él dice que "la única opción de Rossi para volver a ganar es salir de Ducati", algo de razón llevará, además de plasmar un sentir que empieza a ser generalizado en el paddock: "Habrá un momento en el que Valentino se desmotivará si sigue así. Está jugándose la vida y va a un segundo. Nunca se ha caído y ahora está todo el día en el suelo sin saber por qué".
Para este almeriense que cumple años en realidad cada cuatro, porque nació en bisiesto, "superclases hay dos o tres, los demás dan vueltas". El piloto con el que ha tenido una relación más íntima, al punto de quererle abrazar y matar a partes iguales, fue Cardús, pero, de entre todos, "el más honrado fue 'Champi' Herreros. Salió campeón de 80 y montamos un equipo de 125 con JJ Cobas. Fue el año más desastroso de mi vida por resultados, pero el más descansado. 'Champi' no se clasificaba y si lo hacía era porque se enganchaba a alguna rueda. Casi siempre a la de Romboni. 'Champi' se bajaba con taquicardia y me decía: 'Estos tíos van muy deprisa, están locos', y eso que ya era campeón. Me decía que no tocara la moto, que corría más que ninguna y que era cosa suya. Ir detrás es lo peor que le puede pasar a un equipo porque el que está aquí ni se acuerda de lo que gana, al menos antiguamente".
Ahí, entre el pasado y el presente, explica mejor que nadie las diferencias: "Ahora todo es mucho más comercial y menos humano. Los del box son más profesionales y hacen un servicio a cambio de un dinero. Antes había más pasión. Y otra cosa, hacen lo que les toca y punto. En mi época, hacías ruedas, gasolina, neumáticos, de cocinero, le limpiabas el casco al piloto, le quitabas la pantalla Lo hacías todo. Eso sí, hoy hay más ingenieros y técnicos, antes sólo éramos mecánicos".
Dicho esto, Ginés lo tiene claro: "El Mundial de hoy es mucho mejor gracias al trabajo de Dorna, cuando antes a los españoles no nos querían ni ver. Nos llamaban moros. En el 83 no nos hacían ni caso. No existía IRTA, ni Dorna, y con furgonetas y tiendas de campaña no cabíamos en los mismos 'paddock' de hoy".
Y sigue valorando la labor de Dorna: "Esta empresa española ha hecho una gran labor popularizando más este deporte trayendo la tele. Lo que ha ido a peor es que antes éramos todos amiguetes y si a uno le robaban un motor llegabas tú y se lo dejabas. Al que más queríamos era a Sánchez Marín, organizaba cocidos con espinazo y morcilla de Almansa e invitaba a todos. Éramos enemigos en pista, pero luego había mucha amistad".
Habrá más capítulos con Guirado y en el próximo hablará de Antonio Cobas, "un avanzado a su tiempo que si estuviera hoy con nosotros".