Hay historias que trascienden los límites de la razón. En el deporte también, desde luego, y en esa capacidad de sorprendernos cada día habita buena parte de su grandeza. Una de ellas es quizá poco conocida pero realmente admirable: la del circuito de La Bañeza. Una localidad en León que durante este fin de semana celebra ¡el quincuagésimo aniversario de su circuito de velocidad! Sí, han oído bien, cincuenta años de carreras en motos por la calles de la ciudad. Y ahí siguen, medio siglo después, un grupo de aficionados de su moto club organizando competiciones que hoy resultarían impensables en cualquier otro lugar y soñando con que algún día ellos también puedan tener ese circuito permanente del que ya disfrutan en otros muchos puntos de España. Y algunos de ellos, que me perdonen quienes se den por aludidos, con menos tradición y pasión que la de los bañezanos.
En La Bañeza han corrido desde Ángel Nieto a Aspar, pasando por Benjamín Grau, Pablo Arranz, Pedro Cegarra, Carlos Morante, Julián Miralles, Champi Herreros, Ramiro Blanco, Andrés Sánchez Marín... En fin, todos aquéllos que han sido algo en nuestro motociclismo desde la década de los 50, unos años en los que mandaba más el romanticismo y las ganas de correr en moto que el dinero, los patrocinadores y, por qué no decirlo, incluso la seguridad. Eran otros tiempos y las cosas han cambiado, pero lo que permanece inalterable es la ilusión y el esfuerzo de los bañezanos, que sin duda merecen el reconocimiento de todos cuantos amamos este deporte, pero sobre todo ver satisfecha su vieja reivindicación de disfrutar de un circuito permanente. Si lo consiguen, seguro que tendremos otros cincuenta años más de carreras de las de verdad... Suerte en el empeño.