Alonso veterano en una parrilla de veinteañeros

Juan Manuel Fangio se proclamó campeón por primera vez con 40 años. Y logró su último título en 1957, con 46. La Fórmula 1 fue para él la cima de su carrera después de brillar con su voz baja, una timidez congénita y su pilotaje fino en las peligrosísimas carreteras argentinas de los años treinta y cuarenta. El Chueco fue el primer piloto completo de la historia, ya que veía la competición como una combinación de ciencia respecto al coche (trabajó en su juventud como mecánico) y arte en el pilotaje. A aquel genio de las carreras no le hubieran admitido en la F-1 actual. Sólo por viejo.

Esta obsesión de las escuderías por vender juventud a sus patrocinadores llega al extremo en la parrilla de 2009. La confirmación de Sebastien Bourdais por Toro Rosso ha completado los nombres de las 18 estrellas de la próxima temporada. A falta de saber si la estructura de Honda encuentra comprador (con lo que veríamos en las pistas a Button y Bruno Senna), sólo cinco de esos 18 pilotos comenzarán el Mundial con 30 años o más.

Hablamos del nuevo decano, Fisichella (36 años), su compatriota Trulli (34), el recuperado Webber (32), Heidfeld (31) y Bourdais (30). Es un campeonato con 13 veinteañeros en el que Raikkonen, con sólo 29, y Massa, Kovalainen, Glock y Alonso, con sus 27, son veteranos ante la nueva hornada liderada por el pipiolo Sebastian Buemi, que el 31 de octubre de 2008 cumplió veinte. El suizo es el único debutante en una parrilla sin apenas cambios. El único relevante es el de Vettel, que ya tiene una victoria a sus espaldas con sólo 21 años, por el retirado Coulthard (37). Y Hamilton se proclamó campeón a los 23.

A esa edad, Fangio trabajaba en un taller mecánico y, con 25, disputaba su primera carrera en el circuito Benito Juárez con un Ford A de 1929 dedicado al taxi. Eran otros tiempos...

Sólo variará si Fernando se marcha en 2010 a Ferrari

La parrilla de Fórmula 1 de esta temporada se mantiene invariable en sus principales puestos, con Ferrari, McLaren, Renault, BMW y Toyota, los cinco grandes, con continuidad total en sus pilotos titulares. Había piezas débiles en la partida de cartas, como Kovalainen, harto del trato de inferioridad respecto a Hamilton, pero en su escudería no vieron un sustituto mejor en el mercado (Rosberg no estaba disponible gratis) y renovó automáticamente. Heidfeld estuvo en el disparadero después de su discreta temporada por si BMW fichaba a Alonso, pero el asturiano no se movió de Renault. Y en Toyota estaban cansados de Jarno Trulli y sus nueve millones de euros. Sin embargo, a la chita callando, sumó más puntos que Glock, y tampoco ven un joven más rápido que él. Raikkonen estuvo en la cuerda floja, pero al final Ferrari no se decidió a echarle cuando Fernando aún estaba a tiro. Para 2010, las cosas pueden seguir igual, salvo si Alonso, que tiene un acuerdo de futuro con Maranello, se viste de rojo en lugar de Kimi o incluso Massa. Cualquiera de los dos es una perla apetitosa en el mercado.