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Brasil le coronó como el primer campeón español

Fórmula 1 | Los cien grandes premios del bicampeón (3)

Brasil le coronó como el primer campeón español

Brasil le coronó como el primer campeón español

Con sólo 24 años, Fernando Alonso logró su primer título en Interlagos. Un Mundial que dominó prácticamente de principio a fin y en el que se impuso a Kimi Raikkonen, con un coche más veloz pero también más frágil, por 22 puntos

Sao Paulo, Brasil. Dos de la madrugada del 26 de septiembre de 2005. Fernando Alonso lidera el baile de la conga. Agarrado a su cintura bailan sólo cinco periodistas españoles, sus mecánicos de confianza, las camareras de Renault Rocía a todos con champán, da saltos de alegría Desinhibido, saca el niño que lleva dentro para festejar su primer título mundial de Fórmula 1.

Si sus detractores le hubieran visto habrían cambiado de opinión. Con un brillo de alegría en la mirada, Fernando, que se marchó al hotel a las cuatro de la mañana, guardaba un secreto. En el podio de Interlagos acababa de iniciar la negociación para irse a McLaren en 2007.

El asturiano le dijo allí a Ron Dennis: "Sois los que mejor evolucionáis el monoplaza". El dueño de las Flechas de Plata le preguntó entonces: "¿Quieres formar parte de nuestra familia?". A lo que Fernando contestó: "Sí". La vida es muchas veces mejor que cualquier guión de cine. Fue el comienzo de una historia de amor en plata que ahora está rota porque Dennis se ha marchado con una novia más joven, Lewis Hamilton.

En aquel pasado proceloso también apareció Ferrari, pero le ofrecía un precontrato condicionado a la decisión de 'Schumi' de seguir o no en las carreras. El mismo que luego firmó Raikkonen. Desde el pasado mes de junio Maranello vuelve a llamar a la puerta de Fernando La historia se repite.

Fue la de 2005 una campaña bonita, muy de piloto, de fiabilidad y sin injerencias absurdas de la FIA. Cambió el reglamento para acabar con el tremendo dominio de Ferrari. No se podían cambiar ruedas, los motores debían durar dos carreras y se les redujo la aerodinámica. Alonso basó su entronización en un comienzo brutal. En las cinco primeras carreras, tres victorias (consecutivas), un tercero y un segundo puesto. De ellas, es especialmente destacable su resistencia ante Michael Schumacher en Ímola, con un motor tocado y limitado para aguantar. Con treinta caballos menos.

Pero Schumi se diluyó por los problemas de ruedas y por la propia prepotencia de Ferrari, que decidió comenzar el año con el coche viejo. Fue un error dramático. Emergió Kimi con McLaren y, desde Barcelona, demostró tener el coche más veloz de la parrilla. Pero sus roturas le lastraron. Fue en Nurburgring cuando el Mundial quedó claramente decantado para Alonso. El finlandés iba primero, pero realizó un plano a los neumáticos que le generaba unas enormes vibraciones. Arriesgó tanto que la suspensión se le rompió en la última vuelta. Alonso, al acecho, le pasó y se colocó a más de treinta puntos de su rival. Otra avería en Hockenheim le dio meses después la puntilla al finlandés.

La temporada 2006 comenzó con el anuncio del fichaje de la estrella española por McLaren. Parecía que la venganza de Briatore sería terrible, pero la diferencia con Fisichella fue siempre tan grande que no hubo dudas. Faltaba un duelo por el título con Schumacher. Comenzó en Bahrain, donde Fernando ganó por un pelo. Después, en Sepang, con los Ferrari perdidos, Pat Symonds ordenó que le cargaran dos veces de gasolina en calificación. Arruinó así sus opciones de victoria. Australia fue un golpe demoledor al Mundial, con una salida de pista de Schumacher que le costó muy cara. Pero el viejo campeón supo reaccionar en San Marino y Europa. El maestro estaba muy vivo e iba a dar guerra hasta la última carrera.

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