Ni en la peor de sus pesadillas hubiera imaginado la escudería Honda un inicio de temporada tan lamentable como el que están padeciendo en este 2007. El gigante japonés, lejos de ser una alternativa a los grandes equipos de la F-1, está jugando el papel de comparsa, sin haber conseguido sumar todavía ni un punto con Rubens Barrichello y Jenson Button.

Ahora confían en la recuperación con un renovado monoplaza que estrenarán la próxima semana en el circuito de Jerez. La especificación B del RA107 mejora en sus prestaciones y también en su manejabilidad, al menos eso explican sus ingenieros, esperando que lo suficiente como para enderezar el rumbo de la campaña.

Button se ha mostrado en Indianápolis optimista al respecto: "Con estos test esperamos que se solucionen muchos de nuestros problemas. Vamos a probar diferentes mejoras aerodinámicas y mecánicas, así que tendremos los dedos cruzados para que sean efectivas y todo resulte a partir de ahora diferente".

Y es que para Honda se ha convertido en una prioridad absoluta superar a su equipo satélite Super Aguri, que hasta el momento se ha mostrado más efectivo, dejando en evidencia a una escudería teóricamente muy superior en medios materiales y humanos. Si las mejoras de esta evolución cumplen las expectativas, el objetivo inmediato de Honda sería colocarse justo a la estela de los Renault, comenzado a sumar puntos ya desde la siguiente carrera, el GP de Francia del próximo 1 de julio.