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McLaren cumple sus 40 años en Mónaco

Fórmula 1 | GP de Mónaco

McLaren cumple sus 40 años en Mónaco

McLaren cumple sus 40 años en Mónaco

El 22 de mayo de 1966 las calles del Principado vieron rodar por primera vez a un monoplaza, el M2B, de una escudería legendaria

Bruce McLaren, uno de los grandes Da Vinci de las carreras, decidió fundar su equipo en 1963. Tenía una trayectoria prometedora como piloto oficial de Cooper (con tres victorias), pero decidió lanzarse a la aventura y construir sus propios coches con sólo 26 años. Los primeros pasos con su marca los dio el neozelandés en las Series de Tasmania, una competición menor australiana. Después pasó a América, pero en su mente sólo estaba competir en la F-1. La oportunidad llegó en 1966.

Cambió el reglamento. Se pasó de los motores de 1,5 litros a los de tres litros. Así que todos empezaban de cero. Era una buena oportunidad para un nuevo constructor de ser competitivo desde el principio. El coche, el M2B, vio la luz justo antes de la Navidad de 1965. El 22 de mayo del 66 el monoplaza debutó en Mónaco y abrió cuarenta años de historia. Con 602 grandes premios a su espalda, sus pilotos han ganado 148 carreras y se han proclamado campeones en once ocasiones. Una escudería que ha ganado en constructores ocho veces y que es, junto a Ferrari y Williams, uno de los tres poderes fácticos de la historia del Gran Circo.

Los comienzos no fueron fáciles para el ex piloto, que llegó a las calles del puerto de Mónaco con uno de los monoplazas menos potentes. El motor, un V8 de origen estadounidense, daba 300 CV y era tremendamente pesado. John Muller, mecánico de entonces, cuenta los problemas que tuvieron con aquel propulsor: "Nos costó mucho adaptar su enorme tamaño, los 4,2 litros a los tres litros que exigían las normas. Estaba diseñado para ir a tope en los ovales, nada más".

Eso sí, el coche traccionaba muy bien por su reparto de pesos. Eso le permitió a McLaren salir como un disparo en Mónaco y colocarse sexto desde la décima plaza de la parrilla. Puntuar en su debut era ya un gran resultado para el monoplaza blanco con una raya verde, pero en la vuelta diez abandonó al rompérsele el radiador de aceite. Aquella carrera, en una época en la que se navegaba entre la desgracia y la gloria, sólo vio a cuatro pilotos llegar a la meta. Los mejores resultados del M2B (el coche que llevó James Garner en la película 'Grand Prix') aquel año fueron un quinto y un sexto lugar. Y el soñador McLaren no pudo ganar una carrera con su propio monoplaza hasta Spa en 1968.

Dos años después fallecía en unos ensayos privados sin haberse proclamado campeón. Pero su equipo siguió adelante y, en 1974, Emerson Fittipaldi honró su memoria con la primera corona. El año próximo, en su 41 aniversario (que suma cinco, el número de la suerte de Alonso), un asturiano quiere llevarles a lo más alto.

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