Paragon, la sede de McLaren, no es un lugar de este mundo. Se trata de un edificio de cristal y acero digno del año 2030. Diseñadas por el prestigioso arquitecto Norman Foster, las instalaciones donde se crean y construyen las 'Flechas de Plata' ocupan cincuenta hectáreas de terreno a tres kilómetros de la ciudad inglesa de Woking. Un gran lago preside todo y su agua es utilizada para la refrigeración del inmenso edificio, de 57.000 metros cuadrados y con capacidad para albergar al menos nueve enormes Boeing 747. Allí trabajan 900 personas.
No todas se ocupan de la F-1, porque, para bien y para mal, McLaren es mucho más que un equipo de carreras. Se trata de un grupo de alta tecnología con una división de competición, otra de coches de calle (que ha colaborado en el desarrollo del Mercedes SLR), una de componentes electrónicos (que suministra piezas a equipos de rallys, Le Mans Series e incluso a muchos de sus rivales de la parrilla, y tiene más de cien clientes en todo el mundo), otra de tecnologías aplicadas, marketing, un costoso catering ('Absolute Taste'), y hasta un circuito de motos, Lydden Circuit. Este maremagnum ha sido criticado duramente por Ferrari y sus rivales, que ven en esta multiplicidad de funciones y la creación de su nueva sede la razón de sus averías en la pista.
Entre la división inglesa de carreras y el departamento de motores de Mercedes, se estima que trabajan más de 900 personas. De ahí su elevadísimo presupuesto, el tercero de la F-1, con 320 millones de euros, sólo superado por los 360 de Toyota y los 350 millones de Ferrari. En el aspecto económico Renault está a más de 100 millones de euros del nuevo equipo de Alonso y por eso es aún más impresionante que la escudería francesa y el piloto asturiano hayan batido en 2005 a este auténtico imperio.
Pedro de la Rosa se ha convertido en un apasionado de la forma de trabajo de su actual escudería: "En McLaren hay capacidad de reacción. Es otro mundo comparado con Jaguar. Si detectas un problema en un coche siempre hay alguien dispuesto a escucharte y en poco tiempo te encuentran una solución. Además, como piloto te sientes siempre querido y respetado". Todo esto explica que el catalán prefiera seguir en su actual escudería como probador antes que marcharse de titular a un equipo vulgar. La inversión de Mercedes es cada vez más fuerte. Quieren retornar a la senda de la victoria, algo que no logran desde 1998, y no escatiman en medios. Algo que hubieran logrado en 2005 de no tener delante a un piloto en estado de gracia.
Para 2006 se marcha uno de los hombres claves de McLaren, el mítico Adrian Newey, que hizo bicampeón a Mika Hakkinen y ha dejado perfilado ya el MP4/21. Se ha marchado a Red Bull. Pero a Alonso le han garantizado que no tendrá ningún problema gracias al trabajo de Paddy Lowe y el jefe de diseño Mike Coughlan.
