El italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) se deshizo de la mala suerte que le acompañó en su caída de Qatar y se adjudicó una clara victoria en el Gran Premio de Malasia de MotoGP que se disputó en Sepang y en el que Sete Gibernau (Movistar Honda RC 211 V) desaprovechó una oportunidad de oro para recortar aún más las distancias.
Sete Gibernau no pudo estar en ningún momento en la lucha por la victoria, a pesar de ser el tercero más rápido en los entrenamientos libres matinales y ya en la misma salida cedió un terreno importante en la frenada de final de recta, a donde llegó en séptimo lugar, pero por delante ya estaba Rossi atosigando al brasileño Alex Barros (Honda RC 211 V), que era quien por entonces marchaba líder.
Barros consiguió aguantar al frente de la prueba durante dos vueltas, pero en la tercera Valentino Rossi decidió pasar a la acción y en una trazada por el interior de la curva superó al piloto paulista y comenzó a tirar con fuerza, mientras que por ese entonces Sete Gibernau era sexto y tenía en su punto de mira a otro español, Carlos Checa (Yamaha YZR M 1), que llegó a ser tercero en el primer giro, pero luego fue cediendo terreno.
Sólo aguantó Biaggi
Cuando Rossi comenzó a tirar su compatriota Max Biaggi (Honda RC 211 V) se apercibió de la situación y decidió también tomar la iniciativa, para intentar evitar que su rival lograse una ventaja insalvable, pero le costó más de lo previsto superar a Barros y por ello cuando lo hizo tuvo que forzar el ritmo, aunque el quíntuple campeón mundial tuvo en todo momento la situación controlada. Biaggi llegó a recortar la desventaja hasta las nueve décimas de segundo, pero a la vuelta siguiente Rossi recuperaba el terreno perdido y para el romano resultó imposible bajar de ahí.
En apenas unas vueltas Max Biaggi, a quien todos colocan ya el próximo año como piloto oficial de Honda en lugar de Alex Barros, se tuvo que conformar con la segunda plaza y éste, el piloto paulista, con la tercera.
Pero el verdadero acontecimiento se estaba produciendo más atrás, ya que el español Sete Gibernau necesitaba imperiosamente concluir segundo, tras Rossi, para mantener lo más vivas posibles sus aspiraciones al título mundial a falta de dos carreras, pero el piloto de Movistar no dio la impresión en ningún momento de poder luchar por ese objetivo.
Gibernau, lento
Mientras Rossi se marchó en pos de su séptima victoria de la temporada, Sete Gibernau doblegó a Carlos Checa previamente, pero luego vio cómo le superaban el italiano Loris Capirossi (Ducati Desmosedici GP4) y el japonés Makoto Tamada (Honda RC 211 V), vencedor de dos grandes premios, para relegarlo a la séptima plaza final, lo que devolvía a Rossi nada menos que dieciséis puntos de los que perdió en Qatar hace una semana.
Ahora, Rossi cuenta con una ventaja de treinta puntos y con ser segundo en Australia, por detrás del piloto de Movistar, ya sería matemáticamente campeón del mundo aún en caso de empate por el mayor número de victorias a lo largo de la temporada.
Carlos Checa comenzó muy bien y colocó su Yamaha YZR M 1 en la tercera posición en el giro inicial, pero luego fue perdiendo fuelle poco a poco para concluir noveno a más de veinte segundos del vencedor, su compañero de escudería Rossi.
Rubén Xaus (Ducati Desmosedici GP 3), que partió desde la quinta línea de salida ganó algunas posiciones pero casi en ningún momento tuvo que plantar batalla a sus rivales y con la caída del italiano Marco Melandri (Yamaha YZR M 1) y la retirada del estadounidense John Hopkins (Suzuki GSV RR), ascendió hasta el decimotercer lugar, en el que concluyó la prueba malaya.
