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Un final no deseado

Motociclismo | G. P. de Brasil

Un final no deseado

El japonés Youichi Ui ha conseguido la victoria en el Gran Premio de Brasil. Elías ha sido cuarto, por delante de Poggiali.

Resulta difícil cuantificar en porcentajes cuánta parte de culpa tiene la moto y el piloto en el resultado final de toda una temporada. La tertulia de los sabios a la que acudo habitualmente como oyente aventajado, con gente de la experiencia y el saber de Ángel Nieto y el periodista de TVE Valentín Requena, entre otros, coinciden en señalar que el reparto justo en el tándem hombre-máquina es del cincuenta por ciento.

Hay circuitos más técnicos, como el de Valencia, en los que la habilidad de quien se sube encima de la moto puede más que los caballos, pero muchos otros son de mango. Es por eso por lo que a Toni Elías se le ha escapado el Mundial de 125cc. Manuel Poggiali es muy buen piloto, pero su Derbi disfrazada de Gilera también lo es, algo que no ha pasado con la Honda del español. En la prueba de Río de Janeiro, la última de Elías antes de su paso a 250cc, queríamos verle salir por la puerta grande, con el subcampeonato, pero lo hizo con un insulso 4º puesto, muy acorde con el paisaje gris y lluvioso que acompañó a la carrera. Un resultado corto para lo que se esperaba en su despedida al hombre que le ha puesto casi toda la emoción al campeonato del octavo de litro.

Con el nuevo ídolo de la afición española sin luchar nunca por las posiciones de podio y con Youichi Ui encaramándose a su sexta victoria de la temporada, el interés de la carrera parecía que iba a estar nada más en ver si Poggiali sería capaz de acabarla (el 13º le bastaba para ser campeón) y si Dani Pedrosa lograba un nuevo podio, por el que peleó con el francés Arnaud Vincent hasta que se cayó en la vuelta trece. No podía ser otra, ¿verdad? Sin embargo, Simone Sanna le dio más intensidad alcanzando a Ui a dos vueltas y protagonizando con él una preciosa última vuelta de la que salió victorioso el japonés. Podio final: Ui, Sanna y Vincent.

En cuanto a la lucha por el título, estuvo más emocionante de lo que se esperaba en un principio y es que las carreras con lluvia son siempre una lotería. A partir del momento en el que Ui se marchó (tercera vuelta), Poggiali y sus seguidores comenzaron a vivir al borde del infarto y es que casi salía a susto por vuelta. A punto estuvo de caerse en la cuarta y en la quinta. Primero cuando Cecchinello se le cayó delante y después cuando su montura le hizo un extraño que estuvo a punto de descabalgarle. Se le veía completamente agarrotado y acabar el 6º no es la mejor forma de ganar un Mundial (Crivillé y Roberts lo hicieron en 500cc con ese mismo resultado y en esta pista), pero tuvo mérito al mantenerse en pie en un día en el que hubo muchas caídas. Y si feliz estaba al final con su primer título el de San Marino, el que tenía cara de decepción era Joan Olivé, al que la suerte no le acompañó y después de remontar desde la decimocuarta posición de la primera vuelta en la última veía cómo se le escapaba la cuarta plaza y acababa undécimo.

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