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El único pueblo que plantó cara a los dragones de ‘La Casa del Dragón’ está basado en España y su cultura mediterránea

Los naturales de Dorne son obra de un George R.R. Martin que se inspiró en España para retratarlos.

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La Casa del Dragón Dorne influencias España

España vive y se siente en todo lo que rodea al universo de ‘Canción de Hielo y Fuego’. Tanto ‘Juego de Tronos’ como ‘La Casa del Dragón’ viajaron hasta nuestro país para trasladar Poniente en la pequeña pantalla. Lo que muchos no conocen es que el propio George R.R. Martin se fijó en los españoles para trasladar a la literatura a los naturales de Dorne, quienes habitan al sur de los Siete Reinos. En numerosas ocasiones son olvidados en el mapa del Reino, pero sobreviven como auténticos guerreros.

La influencia de España para plasmar a los dornienses de ‘Juego de Tronos’ y ‘La Casa del Dragón’

En numerosas ocasiones el autor no ha escondido que la influencia de esta raza y su cultura parte de los países que besan el Mediterráneo. En concreto, España fue uno de los lugares donde el autor más se fijó para trasladar a estos personajes de color moreno y sus escenarios de piedra y arena. De hecho, en ‘Juego de Tronos’ los showrunners no dudaron en viajar hasta España para que localidades como Sevilla y otros puntos de la geografía andaluza fuesen el escenario de la serie.

La Casa del Dragón Dorne influencias España
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Hay que decir que, según el universo de Martin, se dice que existen tres tipos de dornienses. Los dornienses de la arena son los más comunes y habitan entre desiertos y valles. Están acostumbrados a lidiar con el sol; su vida se ha adaptado a combatir las inclemencias del clima.

Por otro lado están los dornienses de la piedra, cuya leyenda señala que son descendientes de los Primeros Hombres. Son todo lo opuesto a los dornienses que vemos en la serie: su piel es clara y viven a través de las Montañas Rojas. En el otro extremo se encuentran los dornienses de la sal, que son todo lo opuesto a sus hermanos de la piedra. Viven en la costa, sobreviven del intercambio marítimo con quienes se atreven a cruzar el mar. En la variedad está el gusto.

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