Más caros que un juego de Nintendo Switch 2: los mayores desembolsos de la redacción de MeriStation

Y la broma se hizo realidad. Tras meses vaticinando que GTA 6 costará 100 euros, al final ha pasado. Tanto va el cántaro a la fuente que termina por romperse. Pero eso sí, no ha sido Rockstar la que ha abierto la Caja de Pandora. Para sorpresa de todos, ha sido Nintendo con Mario Kart World Tour, el primero juego de la compañía en salir a la venta a 90 euros. Aunque la reacción de la comunidad ha sido visceral y unánime (”Drop the price” es el grito de guerra), aún estamos a la espera de que la compañía del fontanero recule y se pronuncie de forma definitiva. Hasta entonces, en la redacción nos ha dado por recordar las compras de videojuegos más caras que hemos hecho. Todas esas veces que gastamos más de lo que nos gustaría admitir y que pasamos por el aro de unos y otros. De especuladores, del FOMO, del afán coleccionista, de las políticias de ciertas compañías... Esqueletos en el armario que deberían hacernos reflexionar y que demuestran lo caro que puede llegar a ser este hobbie si uno no tiene cuidado.

Metal Gear Solid: The Twin Snakes - 110 euros

“Por más que intente hacer memoria, no encuentro ningún producto relacionado con videojuegos por el que haya llegado a pagar una fortuna, ya que nunca he sido coleccionista, por lo que nunca he comprado algo que no sea exclusivamente para usarlo. Solo hay un título por el que he llegado a lidiar con un especulador: el remake de Metal Gear Solid que salió en exclusiva para Nintendo GameCube. Tuve la suerte de poseer prácticamente todo el catálogo de la consola, pero me faltaban dos por conseguir: ese y Skies of Arcadia Legends. Nunca llegué a cazar el JRPG de Sega, pero Twin Snakes fue a parar a mi estantería tras acordar un precio de 110 euros con el vendedor, al cual conocí a través de un amigo de mi infancia con el que años atrás había intercambiado muchos juegos de Nintendo 64. Por lo demás, creo que jamás he pagado más de los 70 —ahora ya son 80— euros de rigor que cuestan las novedades. Como veis, he querido enfocarme en juegos o precios que van más allá de lo normal, por lo que no he contado las consolas que he comprado el día uno (Wii, PS5 y Xbox Series X, en mi caso). Por cierto, volviendo a Metal Gear Solid: The Twin Snakes, es uno de los juegos que nos gustaría ver de vuelta en Nintendo Switch 2″.

Elden Ring - 200 euros

“No he sido una persona de desembolsos excesivos. La falta de espacio en los últimos años me ha despegado completamente de las típicas ediciones coleccionistas repletas de contenidos que solo veo una vez la desprecinto. Elden Ring rompió esa tendencia. Con From Software me di el ‘lujazo’ de querer tener lo máximo posible, y así lo hice. Tenía el juego ya en formato digital. Lo típico que compras para aligerar procesos porque sabes que lo vas a quemar durante meses. Por un lado compré la edición de lanzamiento, que traía la copia física en su caratula normal junto a una steelbook, pero en cierta tienda digital americana abrieron la disponibilidad de la edición coleccionista justo el día en el que se publicaba. Algún personajillo de internet canceló a última hora su reserva. Ahí estuvo el menda para poder atraparla. Desde entonces el pedazo de figurón de Malenia lidera mi estantería junto a las pocas copias físicas que conservo. Porque más allá de From Software, la saga Like a Dragon y Halo, poco colecciono con continuidad. La broma de Elden Ring me costó un buen sablazo en la cartera. Ahora bien: claro que mereció la pena”.

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Nintendo 3DS - 80 euros más de lo necesario

“Hay muchos compras de las que no me arrepiento, pero sí me avergüenzo. Las usé y disfruté, cumplieron su cometido, pero como diría el meme de Wario, a qué precio. La más reciente que se me viene a la cabeza es el lector de PlayStation 5 Pro. Se me antojaba imprescindible dada mi colección y mi defensa del formato físico, pero aún me duele haber tenido que pasar por el aro. Debería haber venido con la consola. Y al no incluirlo, Sony al menos debería haberse asegurado de que hubiera unidades de sobra y no un lujo presa de los especuladores. Todavía me hierve la sangre de los 160 euros que me costó”.

“Pero como es Nintendo la que nos ha puesto a recordar estos menesteres, existe una compra de la compañía del fontanero que todavía me escuece. Nintendo 3DS... de salida. Fui de los primos que pagaron los 250 euros de lanzamiento y me quedé con cara de tonto cuando se anunció una rebaja a 169 apenas medio año después. Aprendí entonces la importancia de levantarse ante injusticias como los 90 euros de Mario Kart World. Quejarse sí sirve. Y como consumidores, cuanto más unidos estemos, mejor. Por eso ando tan dubitativo con Switch 2. Porque quiero ver a Nintendo pronunciarse sobre el tema y porque confío en que recapacite”.

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PS5 y Xbox Series X a la vez - Más de 1.000 euros

“Nunca he sido de comprar ediciones de coleccionista, pero sí he tenido la mayoría de consolas que han salido desde hace más de 30 años. Lo que no sabría decir es cuál fue el producto más caro que he comprado, sobre todo porque también hay que tener en cuenta la inflación. Sí recuerdo lo que me costó comprar Pokémon Stadium, un juego que en la época me hizo ahorrar pagas durante meses y meses e incluso pedir a mi abuelo que me adelantara alguna paga para tenerlo desde el primer día. Por supuesto, ha habido otros artículos más caros: quizá fueron los 500 euros de Xbox Series X y PS5 que desembolsé en su lanzamiento, es decir, unos 1.000 euros por las dos en el mismo período de tiempo”.

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Fire Emblem 30th Anniversary Edition

“Suelo comprar ediciones coleccionista de los juegos y sagas que me encantan, pero la que más me dolió fue la del 30 aniversario de Fire Emblem. Como amante de la saga desde Blazing Blade en Game Boy Advance no podía perderme esa edición, aunque solo se publicara en América. Tampoco había jugado al primer Fire Emblem y me pareció una buena oportunidad, pero nunca imaginé que me daría tantos dolores de cabeza. Comprada en Amazon USA por unos 110€, tardó más de 4 meses en llegar por temas de aduanas, extravíos... Un verdadero horror que al final tampoco valió tanto la pena. Visualmente es muy bonita de exponer con ese cartucho de metacrilato y la réplica de la caja de NES, pero el juego no solo era digital y costaba por aquel entonces 6€, sino que ahora es imposible de comprar en la eShop por culpa de esas maravillosas prácticas que probaron desde Nintendo con ventas digitales temporales”.

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PlayStation 5 y Xbox Series X... edición especulador de Wallapop

“Como mi compañero Borja, tengo muy claro, por lo mucho que me dolió en el bolsillo, qué es lo más caro por lo que he llegado a pagar en tiempos recientes. Fue nada más y nada menos que por las consolas PlayStation 5 y Xbox Series X de lanzamiento; ambas llegaron al mercado en noviembre de 2020. Su precio de venta recomendado era de 499,99€ cada una, por lo que adquirir ambas en un período tan reducido de tiempo implicaba recibir una bofetada curiosa en mi cuenta bancaria. Reservé ambas con antelación en diferentes comercios para asegurarme de que podría tenerlas desde el día de salida.

Ahora viene lo gracioso: mientras que no tuve problema alguno con PS5, que llegó a mi casa incluso un día antes de lo previsto —comprada vía Fnac—, Amazon me hizo una jugarreta con Xbox Series X. Alegaban un “extravío” de la consola, pero la realidad era otra bien distinta: ante la falta de stock de esta nueva máquina de Xbox, en su momento se informó de muchos repartidores que se quedaban con la mercancía, alegando supuestas pérdidas o devoluciones, para revenderla por su cuenta a un precio muy superior al inicial. Aunque no tengo evidencias sólidas que lo confirmen, una suposición razonada me hace pensar que el repartidor me la jugó y se la quedó. Por suerte, pude recuperar mi dinero —la política de devoluciones de Amazon es muy flexible, y da muchas facilidades si eres un cliente habitual y fiable—, pero había un problema: seguía sin tener la consola. Al final tuve que hacerme con una Xbox Series X adquirida a un especulador de Wallapop que incluía la garantía original de compra, sí, pero por la mareante cifra de 700€, doscientos euros más que el precio original. Y eso que era la más barata de las que ofertaban; algunas se iban a hasta los 1.000 euros. En resumen: 1.200€ que se esfumaron de mi bolsillo en cuestión de dos semanas.

Para los que trabajamos en prensa de entretenimiento y videojuegos, las videoconsolas no son un simple capricho: también son material de trabajo. Pese a toda la rumorología de “maletines” y supuestos sobornos: no, las compañías no nos regalan las consolas, y tenemos que pagarlas de nuestro bolsillo. No podemos hablaros sobre las novedades del mercado sin las consolas u otro hardware necesario para mover los juegos en cuestión. Esta, y solo esta, es la única razón por la que pasé por el aro y tuve que pagar por una Xbox Series X a sobreprecio. En cualquier otro contexto, habría mirado más por mi bolsillo y simplemente habría esperado a que se repusiese stock para comprar la consola a su precio original, o incluso haber esperado a una posible rebaja”.

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Spidermanía a 300 euros

“Sin ser poseedor de ningún carnet de fan de X –a sustituir por cualquier marca, franquicia, personaje o lo que sea–, sí me gusta bastante todo lo relacionado con Spider-Man, siendo junto a Batman mis dos superhéroes o personajes de cómic favoritos; sí, ‘Dragon Ball’ juega en otra liga. Pero volviendo a Marvel, tengo entre mi colección numerosos cómics del Hombre Araña, además de sus películas –grande, Tobey– y muchos videojuegos en los que aparece Spidey. Pero cuando apareció Marvel’s Spider-Man para PS4, el título de Insomniac Games provocó en mi una ‘spidermania’ totalmente inesperada. Es por ello que no dudé en hacerme con esa edición limitada tan chula con caja roja de generosas dimensiones que en su día costó, si no recuerdo mal, 80 euros; ¡aprende Mario Kart World! Ediciones de videojuegos de PlayStation Studios más que resultonas que se están perdiendo cada vez más, por cierto...

No contento con ello, se me antojó una figura de coleccionista de Spider-Man a juego. Y entonces apareció en mi vida la marca Hot Toys y su espectacular versión del Spider-Man del título de Insomniac con el traje clásico, una de las muchas skins que podemos conseguir y equipar en el juego. Como los interesados en figuras de este calibre sabrán, las Hot Toys no son piezas especialmente baratas, tanto por las franquicias que manejan a nivel de derechos como por la calidad de sus acabados. Lo tuve claro: debía hacerme con la Hot Toys de Marvel’s Spider-Man en versión Classic Suit, que además viene con un diorama que representa el muro de un edificio de apartamentos de Manhattan del que sale la afilada cola del Escorpión, junto a un sinfín de accesorios. Una auténtica pasada de figura que, más allá de pertenecer al imaginario del juego de PS4, rinde tributo al personaje de la mejor de las maneras por su aspecto totalmente clásico y comiquero. Y sí, me costó más de 300 euros... Pero no me arrepiento en absoluto”.

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Dragon Ball Super Botuden

“Corría 1993 y muchos habíamos descubierto que habíamos sido engañados. Nuestra flamante (en Europa) Super Nintendo no había llegado con todos los juegos de su catálogo, habiéndose quedado en Japón toda clase de títulos, algunos basados en las series que más nos estusiasmaban de la época: Ranma, Caballeros del Zodíaco, Oliver y Benji y, por supuesto, Dragon Ball, en el punto álgido de la fiebre por la serie de Akira Toriyama en España. Gracias a Hobby Consolas y su mítico Número 18 se nos había descubierto un mundo nuevo, algo fantástico por el descubrimiento en sí, en una época en la que no era tan fácil como ahora conocer según que cosas, pero también tremendamente frustrante. Quería jugar a esos juegos de Dragon Ball de Super Nintendo, y quería jugar específicamente al reciente Super Botuden, que tenía un aspecto espectacular en las páginas de la revista.

Era la primera vez que conocía el concepto de “licencias” y “bloqueos regionales”. No entendía por qué no podía jugar al juego que quería más que cualquier otra cosa. Pero donde no hay puertas, hay ventanas, y a través de la misma revista conocí que había tiendas en lejanas tierras que podrían conceder mis deseos, por un precio. Comprar a distancia tampoco era lo mismo que es ahora, y el salto de fe era considerable: convencer a tu padre de que usara parte de tus ahorros para gestionar la compra en una tienda a miles de kilómetros de distancia, pagar por adelantado 26.000 pesetas por el juego y el adaptador (un disparate para la época por un solo juego, una SNES costaba 28.990 pesetas, por poner un ejemplo de referencia). Y esperar días (muy impacientemente) que un día llegara un paquete (los envíos tampoco tienen la velocidad de ahora).

Al final, meses más tarde, Super Botuden si llegaría a Europa traducido, pero daba igual. Yo y mis amigos pudimos disfrutar meses antes del exotismo de la caja japonesa, de ver personajes que no habíamos visto en Canal 9 por aquel entonces y de jugar a un juego que, supuestamente, no deberíamos poder jugar. Me sentí conectado con el mundo, conectado con Japón y capaz de hacer cualquier cosa que me propusiese. Mereció la pena”.

La redacción de MeriStation se moja

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