Una joven de 31 años deja su trabajo para vivir de las cartas de Pokémon: “He viajado por todo el mundo”

La fiebre por las cartas de Pokémon está en pleno apogeo, y ha llegado a un extremo tal que ha permitido que muchas personas vivan de ellas. Este es el caso de Chloe Webb, una joven británica de 31 años conocida en redes sociales como @PokiChloe, que dejó su empleo en una oficina para dedicarse por completo a su pasión: la compraventa de cartas del Juego de Cartas Coleccionables Pokémon. Webb decidió montar su propio negocio abriendo una tienda especializada en este hobby, y su local se ha convertido en un punto de encuentro para coleccionistas de todo el mundo. Su éxito en el sector la ha llevado a viajar por diversos países, hacer amigos por todo el globo, y comprar y vender cartas por cifras astronómicas.

Dejó su trabajo y ahora vive gracias a las cartas de Pokémon, Yu-Gi-Oh! y Magic

Chloe Webb comenzó su andadura en el mundo de las cartas coleccionables como una simple aficionada, pero lo que empezó como un hobby terminó por convertirse en su modo de vida, tal y como ha relatado a la BBC. Junto a su marido, inició un negocio online de compraventa de cartas justo antes de la pandemia, y el auge del coleccionismo durante el confinamiento disparó su éxito. Aprovechando el momento, Webb decidió ir un paso más allá y abrir su propia tienda física, Collector’s Cardhouse, en la localidad británica de Chorleywood. Desde entonces, su negocio ha atraído a coleccionistas de todo el mundo, convirtiéndose en un punto de referencia dentro de la extensa comunidad de los fans de los juegos de cartas. Además, también ejerce de influencer, construyendo una gran sinergia entre sus distintas redes sociales —como su canal de YouTube— y su tienda.

Su tienda no ofrece exclusivamente cartas de Pokémon, sino que es una tienda especializada en el hobby en general, por lo que también tiene a la venta cartas de otros juegos populares como Yu-Gi-Oh! y Magic: The Gathering. Uno de los servicios que ofrece es el de tasación y valoración de colecciones, una destreza requerida para tener éxito en este terreno, y que puede llevar años de experiencia para ser adquirida. A lo largo de su trayectoria, Webb ha comerciado con cartas cuyo valor alcanza cifras astronómicas, como una que vendió recientemente por 40.000 libras.

Sin embargo, no todo lo que los coleccionistas guardan con cariño en sus álbumes es valioso, y uno de los conceptos erróneos más extendidos es que las cartas antiguas pueden tener un gran valor cuando hay más factores en juego como su rareza, su estado o su edición. La suma de estos aspectos puede marcar la diferencia entre un objeto sin valor comercial y una pieza de coleccionista.

Para determinar su precio, muchas cartas pasan por un proceso de graduado o grading, donde empresas especializadas las analizan y les otorgan una puntuación en función de su estado de conservación. Webb ha visto de todo: desde cartas maltratadas sin ningún valor hasta auténticas joyas calificadas con la máxima puntuación en estado mint, como si hubiesen sido recién impresas, lo que las convierte en auténticos tesoros para los coleccionistas. En su tienda se han llegado a valorar naipes que han sido tasados en más de 100.000 euros, aunque reconoce que, tras años en el sector, ya no se sorprende con estas cifras.

Ampliar

Lo que desde fuera puede parecer un simple juego de niños es, en realidad, un mercado paralelo en auge que requiere conocimiento y experiencia. Saber tasar y catalogar cartas no solo puede posibilitar una vida acomodada, sino que incluso puede permitir a algunos emprendedores, como Webb, abrir su propio negocio y construir una comunidad en torno a su pasión. Con el 30º aniversario de Pokémon a la vuelta de la esquina y el coleccionismo de los juegos de cartas en su mejor momento, el futuro de este hobby promete seguir expandiéndose y atrayendo tanto a fans nostálgicos como a nuevos aficionados.