Ni Spider-Man ni The Last of Us: los juegos más descargados en PlayStation 5 en abril de 2025 han sido títulos de Xbox

PlayStation ha hecho públicos los títulos más descargados en PS4 y PS5 durante el pasado mes de abril de 2025. Aunque parecería lógico ver pesos pesados del catálogo exclusivo de estas consolas como The Last of Us: Parte II Remasterizado o Marvel’s Spider-Man 2 o novedades relevantes como Clair Obscur: Expedition 33, la realidad es bien distinta. En un giro tan llamativo como revelador, los tres juegos más descargados en PlayStation 5 son videojuegos publicados por Xbox: Minecraft, Forza Horizon 5 y The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered lideraron el ranking de descargas digitales durante el último mes.

Ironías del destino, los tres juegos más descargados en PS5 en abril de 2025 han sido títulos de Xbox

Tal y como revela una entrada reciente del blog de PlayStation, los tres videojuegos más descargados de PlayStation 5 durante abril de 2025 son juegos first party de Xbox: Forza Horizon 5, The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered y Minecraft. Mientras que Minecraft mantuvo su política de lanzamientos multiplataforma anterior a la adquisición de Mojang por parte de Microsoft —por lo que sería el menos chocante de esta lista—, tanto Forza Horizon 5 como Oblivion Remastered son más significativos ya que son videojuegos asociados históricamente a la marca Xbox y que ahora figuran entre los más vendidos de una consola de la competencia.

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La listas completas de títulos más descargados en PS4 y PS5 durante el pasado mes de abril queda así:

PlayStation 5

PlayStation 4

Como vemos, tanto en Estados Unidos y Canadá como en Europa, los tres juegos más descargados en abril en PS5 fueron Oblivion Remastered, Minecraft y Forza Horizon 5. A la vista de estos datos, no sería descabellado pensar que el plan de Microsoft de abrir su catálogo a otras plataformas está dando resultados positivos en términos de visibilidad y ventas. Falta ver si en mayo se repite esta tendencia, o si PlayStation recupera el control de su trono digital en sus propias consolas.

Microsoft y Xbox miran hacia el futuro y quieren que solo sea verde

Aunque la maniobra de lanzar los títulos exclusivos en las consolas rivales pueda parecer algo contra natura dadas las tendencias históricas de la industria, Microsoft está pensando a largo plazo, y desde comienzos de la década ha dejado de centrarse en vender consolas para enfocarse en ofrecer servicios, con Game Pass como punta de lanza. Bajo este nuevo enfoque, el mensaje, por ahora, está claro: “puedes comprar nuestros juegos a precio completo en cualquier plataforma, pero solo en PC y Xbox puedes jugarlos sin coste adicional gracias a Game Pass”.

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Mediante esta estrategia, Microsoft busca maximizar sus beneficios, así como rentabilizar las compras multimillonarias de varios estudios en tiempos recientes. En 2021, se efectuó la compra de ZeniMax Media, la empresa matriz de Bethesda, por 7.500 millones de dólares. Esto añadió al portafolio de Xbox IPs tan suculentas como Fallout, The Elder Scrolls, DOOM o Wolfenstein, entre otras. Por otro lado, en 2023 se cerró la adquisición de Activision Blizzard por 75.400 millones de dólares, lo que propició que al catálogo de Xbox se añadiesen otras IPs como Call of Duty, Overwatch, Diablo o World of Warcraft.

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Con estas transacciones multimillonarias, que prácticamente solo se pueden hacer bajo el amparo de una gran compañía tecnológica como Microsoft, la intención parece estar clara: en lugar de simplemente limitarse a denegar ciertos títulos en las consolas de la competencia mediante la compra de estudios, es mucho más rentable seguir lanzando títulos para ellas y aprovechar sus bases de usuarios combinadas en beneficio propio.

Se trata de una maniobra extraordinariamente arriesgada no solo en lo económico, sino también en términos de imagen de marca: inevitablemente, todo lo que hizo que Xbox fuese Xbox se ha estado diluyendo intencionadamente mediante medidas polémicas como el lanzamiento de Gears of War: Reloaded, una franquicia histórica de la marca, en consolas PlayStation.

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Por otra parte, el nuevo enfoque de la empresa también plantea serias dudas sobre el futuro de la industria si una única empresa termina consolidándose en una posición dominante no en el número de consolas vendidas, sino por su ubicuidad de títulos y servicios. En cualquier caso, una de las pocas certezas es que tras las numerosas adquisiciones, los costes para Xbox han aumentado enormemente, lo que ha propiciado que, efectivamente, hayan quedado atrapados en esta estrategia como única vía para mantener la rentabilidad de su negocio.

Algunos analistas argumentan que esta estrategia podría desembocar en una forma de monopolio de facto no basado en la exclusión directa, sino en la omnipresencia. El objetivo final, según plantean las voces más críticas, podría ser establecer un modelo completamente digital gestionado vía suscripción en todas las plataformas disponibles. Por ahora, es solo una hipótesis basada en la evolución reciente del sector, pero es una posibilidad que conviene observar de cerca.

Corren tiempos inciertos para la industria de los videojuegos

En última instancia, solo el tiempo dirá si esta estrategia resulta sostenible y beneficiosa para Microsoft y, sobre todo, para los jugadores. En el mejor de los casos, un modelo de suscripción unificado puede representar una forma de democratizar el acceso a ciertos títulos. En el peor, podría consolidar una estructura de mercado menos diversa, más dependiente de un único actor con capacidad de marcar el rumbo de toda la industria, incluyendo las políticas de precios y calendario de lanzamientos.

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Sea como fuere, que los juegos más descargados de PS5 en abril de 2025 hayan sido de Xbox es más que una curiosidad: se trata de un síntoma de que, efectivamente, el eje de poder dentro del sector de está desplazando. Corren tiempos muy extraños dentro de la industria del videojuego. Y estos cambios no han hecho más que empezar.