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Ni La abadía del crimen ni PC Fútbol: este fue el primer videojuego ‘made in Spain’
Una investigación destapa la existencia de un videojuego que se desarrolló en 1977 en España.

Siempre se ha pensado que La Pulga era el primer videojuego español, pero esa afirmación tiene matices. Se considera el primer título con distribución comercial que se desarrolló en España, porque otros productos como El Paracaidista se crearon antes, si bien esta recreativa nunca se llegó a comercializar. Por supuesto, La Abadía del Crimen es otro de los clásicos de la llamada Edad de Oro del Software Español, pero su lanzamiento se produjo años después, en 1987. Por su parte, PC Fútbol —una saga que muchos recuerdan con cariño—, llegó en una época muy posterior, ya en los años 90 y con una Dinamic que había desarrollado innumerables videojuegos para microordenadores.
El primer videojuego español se desarrolló en la Universidad Politécnica de Madrid, tal y como se ha descubierto en una investigación de 2024. Se diseñó en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de las Telecomunicación con la idea de aprender sobre el procesador Intel 8080. De ahí surgió Ping Pong 1977, por supuesto inspirado en el mítico Pong de Atari. Detrás del proyecto estaban dos becarios, Rafael Martínez Jiménez y Juan Santos Suárez: “Era hardware más que software. Crearon un prototipo que, en 1977, estuvo un tiempo en la ETSIT de la UPM para mostrar a los visitantes. Aquel era el primer videojuego español…el primer videojuego hecho en España”, declara Manuel Llaca, que escribió el libro ‘Ping Pong de 1977. Historia del primer videojuego español’ y que también lleva el blog dedicado a la retroinformática Parcela Digital, donde se puede leer este interesantísimo artículo sobre arqueología del videojuego español.
Así era Ping-Pong 1977, el primer videojuego español
El título se mostró por primera vez en marzo de 1977, antes incluso del lanzamiento de los primeros ordenadores domésticos. Según cuenta la propia UPM, los dos becarios utilizaron “un monitor CRT de un osciloscopio para la visualización”, lo que quiere decir que crearon un entorno para ejecutar el videojuego. Aunque se inspiraron en Pong, el producto era completamente nuevo: “Se basaron únicamente en el concepto. El diseño de hardware y software del Ping-Pong de 1977 era propio e independiente del creado a nivel mundial por Atari”, comenta el investigador.
Las reglas del juego eran sencillas, ambos jugadores participaban hasta alcanzar los 21 puntos, y en caso de que algún jugador tuviera una diferencia igual o superior a 2, el juego terminaba declarando ganador al jugador de puntuación más alta”, explica Llaca en su blog. Si por algún casual no había una diferencia de 2 puntos al llegar a 21, la partida seguía, aunque es sí, con un límite de 99 puntos. De superarlo, el juego se reiniciaba.
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