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LOST (Perdidos) fue un nido de racismo y xenofobia según el actor de Michael

Acusan a Damon Lindelof y el equipo de la serie de ser un entorno tóxico y racista que se cebó con los personajes de Michael y el señor Eko.

Actualizado a
Lost Perdidos

Ojito a las graves acusaciones vertidas contra Damon Lindelof y el resto de guionistas y miembros del equipo de Lost (Perdidos). La serie, en su día fenómeno viral que cambió para siempre el mundo de la televisión, pudo haber sido un nido de racismo y xenofobia. En una novela que verá la luz en los próximos días (Burn It Down), la crítica Maureen Ryan entrevista a varias personalidades del mundo audiovisual vinculadas a la misma, como Harold Perrineau (el actor de Michael) y expone “el tóxico ambiente laboral de Lost”.

Entre los ejemplos esgrimidos por Ryan, el equipo bromeaba con que había que guardar las carteras cuando andaba cerca Adewale Akinnuoye-Agbaje, el actor que daba vida al Señor Eko. A su vez, la única guionista de origen asiático del staff (Melinda Hsu) era llamada “la coreana”. Se hacían bromas como colocar un cartel de “Sólo blancos” para mandar indirectas al equipo de limpieza y cuando un miembro del elenco adoptó a una niña oriental, se oyeron comentarios como “ningún abuelo quiere un nieto de ojos rasgados”.

El actor de Michael, el gran perjudicado

Pero lo peor es lo referente a Harold Perrineau, el actor detrás del personaje de Michael. Según el libro y tal y como ha ratificado el propio Perrineau, le despidieron por exigir que los personajes de color tuvieran más protagonismo. Según ha contado, tras aquellas declaraciones se reunieron con él en privado y le dijeron “Como dices que no tienes suficiente trabajo aquí, vamos a dejarte marchar”. Unos comentarios que precederían a otros que se escucharían después en rodaje y de boca del propio Lindelof, quien llegaría a decir: “Me llamo racista, así que le despedí”.

El hecho de que el personaje de Michael perdiera tanta relevancia y prácticamente desapareciera sin justificación aparente parece encajar en la historia, a la que habrá que ver cómo responden Lindelof y su equipo y cuál es su versión de lo sucedido. Por ahora el libro de Ryan, con el subtítulo “Poder, complicidad y un llamamiento a cambiar Hollywood”, sigue programado para el 6 de junio. ¿Qué más desvelará?