La última misión de un personaje inefable de Xbox fue cancelar un Halo que habría hecho historia, según un ex empleado

Con él comenzó el final, seguramente. Tras una generación, la de PlayStation 3 y Xbox 360, que terminó en empate técnico, el principio de la siguiente se antojaba clave para vislumbrar un vencedor definitivo en la guerra de consolas. Pero un mes de mayo de 2013, Microsoft se pegaba un tiro en el pie, o mejor dicho, lo hacía Don Mattrick, uno de los personajes más oscuros de la historia de la marca. Mattrick apostó por una Xbox One que más que una consola era un centro multimedia, para colmo, 100 euros más cara que la competencia debido a la obligatoriedad de tener incluido el dispositivo Kinect. Sin embargo, si pensábamos que ese fue el único error de Mattrick, estábamos muy equivocados.

Mattrick canceló un Halo que podría haber sido enorme

No fue uno cualquiera, sino una entrega de la saga emblema de Xbox, Halo, la cual estaba siendo desarrollada por Ensemble Studios, ya que no se trataba de una entrega principal, sino de un spin off. Eso sí, un spin off tremendamente ambicioso.

Y es que aquel juego no era ni más ni menos que un MMO de Halo, algo que se encargó a Ensemble Studios, populares por ser los creadores de una de las sagas de estrategia más legendarias como es Age of Empires. Aquel juego tenía el nombre interno de Titan, y acontecía miles de años antes de los hechos narrados en las entregas principales de la franquicia. En él, los jugadores habrían controlado a los Forerunners o al Covenant, con los Flood como enemigos comunes de ambos bandos. Microsoft estimaba los ingresos totales por aquel juego en más de mil millones de dólares.

Ahora bien, ¿por qué fue cancelado? De la noche a la mañana, este proyecto, que era por todos conocido, se canceló de manera repentina. Hoy ha sido Sandy Petersen, veterano que formaba parte entonces de Ensemble Studios, quien ha desvelado al menos la que es su versión.

Según Petersen, Mattrick canceló el juego para no perder dinero, básicamente. El bonus de acciones para el ejecutivo dependía de los ingresos generados por la división de videojuegos en tres años, pero aquel juego necesitaba tres años y medio para completarse. Meses en los que Xbox invertiría dinero en un proyecto que a largo plazo podría haber dado importantes réditos a la marca... pero absolutamente nada al propio Mattrick, que por cierto, terminó cerrando el estudio.

“Estimamos que, si lo hacíamos bien, tardaríamos 3,5 años en terminar Titan”, dijo Petersen. “Eso superaba la fecha límite que Mattrick se había fijado. Así que, al despedir a todo Ensemble, se ahorró el coste de nuestro estudio durante 3 años y, además, no le importaba Titan. Lo único que perdió fue un estudio de videojuegos que nunca vendió menos de 3 millones de copias de todos nuestros productos”.

Es evidente que al ser la versión de Petersen no hay que tomarlo como la verdad absoluta, pero la fama que Mattrick se granjeó durante años la convierte en al menos totalmente creíble.

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