Esto es lo que Assassin’s Creed Red necesita mejorar para reforzar la fórmula RPG y superar a Assassin’s Creed Origins, Odyssey y Valhalla

Desde el debut de Assassin’s Creed en 2007, Ubisoft se ha dedicado a crear múltiples secuelas, que se pueden dividir en dos categorías principales: las que siguen la fórmula clásica y las que optan por un estilo RPG. Tras años sucesivos de entregas anuales, los franceses decidieron explorar mundos abiertos gigantescos, lo que derivó en la creación de Origins, Odyssey y Valhalla, tres títulos de calidad, aunque con algunos problemas que no se han resuelto hasta el momento. Con Assassin’s Creed Red, el juego ambientado en el Japón Feudal, los desarrolladores tienen la oportunidad de ir un paso más allá. Que lo logren o no está por ver, puesto que aún no se ha mostrado de manera oficial.

El diseño de los mundos abiertos suele ser debate habitual entre los miembros de la comunidad. Algunos disfrutan con los mapas llenos de puntitos, mientras que otros prefieren universos más orgánicos, en la línea de juegos como Elden Ring, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom o Red Dead Redemption 2. Es obvio que un mundo más cohesionado y natural, revestido de misiones principales y secundarias de calidad, siempre es bienvenido. Con todo, a los juegos más narrativos —y Assassin’s Creed no es una excepción— les suele faltar ese elemento de exploración menos guiado. Algo tan drástico como Zelda quizá no encaje con la saga de los Asesinos, pero la propia Ubisoft ya ha probado mecánicas en ese sentido, que permiten al jugador investigar por su cuenta sin que un marcador le señale el destino final.

De los problemas heredados, el más difícil de solventar es el de la inteligencia artificial, porque no es exclusivo de Assassin’s Creed, también se da en otras sagas de Ubisoft. A veces, los enemigos detectan al protagonista al instante; otras, ya puede estar bailando un tango en su cara que no se va a percatar de su presencia. Esto conduce de lleno a uno de los pilares principales sobre los que se sostiene la marca, el sigilo. En estos más de 15 años, la base continúa siendo la misma. Se han implementado herramientas nuevas y movimientos concretos, pero la forma de resolución no ha variado mucho.

En una de las previews a la que MeriStation fue invitada, uno de los demoist (la persona que se encarga de guiar al jugador) hizo el siguiente comentario: le dijo a un periodista que había observado que le encantaba utilizar la estrategia de silbar y atraer a los enemigos para matarlos. En cierto modo, esa mecánica tan familiar demuestra lo fácil que es quebrar el sigilo, pues resulta muy sencillo acabar con un campamento de soldados usando un par de tácticas muy básicas (con matices, claro). Al final, introducir nuevas mecánicas, hacer que sea más difícil “engañar” a los contrincantes y mejorar la inteligencia artificial es indispensable para mejorar el sigilo.

Tanto el parkour como el combate se han refinado a lo largo de las entregas, con sus más y sus menos. El contexto histórico de Assassin’s Creed Red se perfila como una gran oportunidad, pero también como un enorme desafío. Después de todo, el Japón de los samuráis y de los ninjas se ha explotado en otros juegos, por no hablar de que los japoneses han sido maestros en lo que se refiere a los juegos de acción con katanas y shuriken. Con todo, Red puede encontrar su propio estilo y aprovechar un estilo de combate más refinado y estilizado. También en el parkour, que pide a gritos movimientos transversales veloces y ágiles.

Uno de los aspectos cruciales de cualquier RPG es equilibrar correctamente la progresión. Tanto en Origins como en Odyssey había barreras de nivel que impedían avanzar en la historia si el personaje no se había desarrollado lo suficiente. Valhalla dejó atrás este sistema, si bien también se daban momentos en los que se notaban ciertas barreras, sobre todo cuando el jugador se centraba en la historia. Por supuesto, ninguno de estos productos se ha diseñado para que el usuario vaya a saco, pero tal vez se pueda afinar un poquito más.

Siendo un juego de rol, no estaría de más que las decisiones tuvieran más trascendencia en el mundo, aunque se entiende que Ubisoft quiere construir una serie de acontecimientos canon invariables, al menos en su historia principal. Por otro lado, los romances tienen un claro margen de mejora. Es verdad que a diferencia de otros títulos del género, en Assassin’s Creed no hay un grupo de compañeros, por lo que la interacción con otros personajes resulta más superficial. Aun así, debe existir un punto intermedio entre lo que hacen juegos como Baldur’s Gate 3 o Mass Effect y lo que hace Assassin’s Creed.

Assassin’s Creed Red tendrá dos protagonistas y será el primer título en formar parte de Assassin’s Creed Infinity, el hub que englobará los próximos productos de la saga y que permitirá acceder a las distintas historias y contenidos descargables que se añadan a posteriori. El juego todavía no tiene fecha de lanzamiento confirmada, pero se espera que salga en 2024.